La fórmula que emplearon las dos víctimas del ladrón de ropa interior para dar con el presunto acosador: "Los Mossos llegaron a tiempo"

La fórmula que emplearon las dos víctimas del ladrón de ropa interior para dar con el presunto acosador: "Los Mossos llegaron a tiempo"
Abril y Laia, víctimas del robo de bragas por un vecino, comparten su temor por el individuo. La fómula que emplearon las dos víctimas del ladrón de ropa interior para dar con el presunto acosador: "Los mossos llegaron a tiempo"
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Abril y Laia ya no pueden más. Estas dos jóvenes que viven en Barcelona notaron una situación extraña cuando, al regresar una de ellas de un gran viaje y poner lavadoras, descubrieron que no les quedaba ninguna braga en su tendedero que colocan en el balcón. No era la primera vez que les pasaba. Ya habían notado anteriormente la asuencia de la prenda, por lo que decidieron colocar una cámara de videovigilancia para comprobar si era alguna persona la que se las robaba.

Los agentes detuvieron al ladrón: Abril y Laia están a la espera de una orden de alejamiento

Efectivamente, descubrieron que un hombre asalta su balcón para llevarse la prenda interior. Así que tras tener las imágenes, Laia y Abril pusieron en conocimiento de la policía el suceso. "Tuvimos la suerte de que ese día estuvo [el ladrón] más rato cogiendo las bragas y llegaron los Mossos a tiempo", relata Abril.

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Pero el robo es lo anecdótico. La verdadera razón por la que comparten este hurto las dos jóvenes es por la tensión con la que viven y el temor de que algún día pueda hacer algo más. "Hemos tenido algunos signos y demás, porque cada vez va a más", relatan. Abril relata que un día recibieron un pedido de comida rápida sin haberlo solicitado o que en otra ocasión encontraron la cerradura de su casa forzada. "Son muchos signos que dan evidencias de que se trata de un acosador sexual en toda regla", apostilla.

Tras denunciar el suceso, la policía le detuvo y a las 24 horas fue puesto en libertad. Ahora, Abril y Laia están a la espera de que se le imponga una orden de alejamiento al inidividuo, sobre el que aseguran que no son capaces de identificarlo. "No lo conocemos en ningún aspecto, lo único reconocemos su cara por las cámaras", comenta Laia.