El Gobierno pretende proteger a los menores del entorno digital: el 72 % del material pedófilo son fotografías no sexualizadas de niños
El 72% del material incautado a pedófilos está compuesto por fotografías no sexualizadas, pero extraídas de perfiles públicos
La Policía avisa a los padres de que el 72 % del material pedófilo sale de las redes sociales
La presencia de menores en redes sociales se ha convertido en algo prácticamente inseparable de la actividad diaria de muchas familias. Subir una fotografía tierna, un vídeo gracioso o un momento familiar espontáneo forma parte de un gesto casi automático que, según los últimos estudios, podría tener serias consecuencias, informa Paula Alás.
Ahora, el Gobierno estudia poner límites a esta práctica, conocida como 'sharenting', con el objetivo de reforzar la protección de los derechos de niños y adolescentes en el entorno digital.
El 72% del material incautado a pedófilos está compuesto de fotografías no sexualizadas
Los datos que acompañan esta tendencia dibujan un escenario preocupante. El 89% de los padres publica fotos o vídeos de sus hijos al menos una vez al mes. A menudo, se trata de imágenes inocentes: escenas cotidianas, actividades escolares, celebraciones o simples retratos para familiares y amigos.
Sin embargo, el 72% del material incautado en operaciones contra la pedofilia está compuesto por este tipo de contenido: fotografías no sexualizadas pero extraídas de perfiles públicos o semipúblicos en redes sociales.
La realidad es que una imagen que a un adulto le parece irrelevante puede convertirse en material susceptible de reutilización por terceros con intenciones dañinas.
La huella digital
La exposición comienza cada vez más pronto. En muchos casos, la huella digital del niño se crea incluso antes de su nacimiento, con la publicación de ecografías, anuncios de embarazo o celebraciones previas.
Esa huella puede influir, según advierten los expertos, en procesos de selección académica o profesional, o incluso convertirse en material que sus propios compañeros utilicen para burlas, memes o episodios de acoso escolar.
A los riesgos explícitos se suma la información indirecta que las imágenes revelan: logos de colegios, ubicaciones reconocibles, uniformes o rutinas que permiten identificar y localizar fácilmente a los menores. “Sin darnos cuenta, estamos dando pistas valiosas a personas que podrían tener malas intenciones”, señala Delia Rodríguez, CEO de Vestalia Abogados Derecho de Familia, a 'Informativos Telecinco'.
Los creadores de contenido que no muestran a sus hijos, perjudicados por la elección
Frente a esta situación, algunas creadoras de contenido han optado por no mostrar a sus hijos. Es el caso de Eva Matsa, 'influencer' dedicada a la divulgación sobre crianza, que reconoce que la decisión no está exenta de dificultades: “Las personas adultas somos responsables de nuestra imagen pública, pero los niños no pueden decidir. Hay que protegerlos”.
Además, Eva Matsa admite que esta elección de no mostrar a sus hijos ha supuesto que haya tenido que renunciar a colaboraciones con marcas que exigen la aparición de los pequeños: “En cuanto dices que tus hijos no van a salir, en muchos casos dejan de contar contigo”.
Sira Rego: "Las vidas de los niños y niñas del siglo XXI no pueden escribirlas desde Silicon Valley"
Por eso, desde el Gobierno de España se considera que ha llegado el momento de actuar. El departamento estudia medidas que podrían incluir desde órdenes de retirada de contenido hasta sanciones económicas, con el fin de asegurar que los menores no sean tratados como “accesorios” en las publicaciones familiares, sino como sujetos de pleno derecho.
El Ejecutivo prevé seguir trabajando en un marco regulatorio que marque el rumbo de la convivencia entre tecnología, redes sociales y la protección de los más pequeños. Una conversación que, a juzgar por la creciente preocupación social, acaba de empezar.
La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, subrayaba este viernes 21 de noviembre la necesidad de proteger la identidad de niños, niñas y adolescentes en los entornos digitales y destacaba que "las vidas de los niños y niñas del siglo XXI no pueden escribirlas desde Silicon Valley".
Durante el acto 'Soy, eres, somos y tenemos derechos', conmemorativo del Día Universal de los Derechos de la Infancia y organizado por la Plataforma de Infancia de España (POI), la ministra Rego insistía en la necesidad de "poner límites al engranaje que convierte la vida privada de niños, niñas y adolescentes en espectáculo, dato o mercancía".
Para la titular de Juventud e Infancia, "hay clics que también son formas de violencia", y recordaba que los últimos datos advierten que aproximadamente una de cada cuatro personas adolescentes ha sufrido violencia digital.
Asimismo, Rego recordaba que la Ley para la protección de las personas menores de edad en los entornos digitales sigue su trámite en el Congreso. En alusión a esta, señalaba que "los derechos y las libertades de niños, niñas y adolescentes no pueden depender de las lógicas opacas de un algoritmo", por lo que ha abogado por "un espacio regulado según principios comunes".
En este sentido, también recordaba que su ministerio trabaja en este sentido para regular, entre otros asuntos, el 'sharenting' comercial, es decir, el uso de las redes sociales para publicar fotos de los hijos.