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Accidentes en la población infantil: cómo actuar y qué debemos hacer para prevenirlos

Accidentes en la población infantil: cómo actuar y qué debemos hacer para prevenirlos
El 9,1% de los menores de 12 años se quedan solos en casa en algún momento, según un estudio. EFE
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Los accidentes en la infancia son una de las principales causas de muerte en menores de 14 años. Según Unicef, más de 20.000 niños de entre 1 y 14 años fallecen cada año por accidente en los países más ricos del mundo. Sin embargo, con medidas preventivas y el conocimiento adecuado, muchos de estos siniestros pueden evitarse.

La vivienda, considerada tradicionalmente como un entorno seguro, se trata en realidad del lugar donde ocurren un buen número de los accidentes en niños. De hecho, el Instituto Nacional de Estadística (INE) apunta que es uno de los motivos más frecuentes de ingreso hospitalario y visitas a urgencias pediátricas, sobre todo entre los menores de 5 años, grupo especialmente vulnerable en el hogar.

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El grupo PrevInfad indica que caídas, quemaduras, intoxicaciones, heridas y ahogamientos son algunos de los incidentes más comunes, añadiendo que los factores de riesgo incluyen no sólo la edad del pequeño y su nivel de desarrollo, sino también las características del entorno físico y la supervisión por parte de los cuidadores.

Accidentes en la población infantil española

La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), con la colaboración de la Fundación Mapfre, realizó un estudio sobre accidentes en la población infantil española para conocer la situación actual y los hábitos de la ciudadanía en cuanto a la prevención se refiere.

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La primera de las conclusiones fue que la mayor parte de los accidentes infantiles se producen en el entorno cotidiano del niño, sobre todo en la escuela y el parque, más de la mitad, seguido de los siniestros ocurridos en el domicilio. La cifra media de los accidentes sufridos anualmente por todos los menores fue de dos, con un máximo de nueve.

En hogares donde no se aplican medidas de seguridad adecuadas, como el empleo de barreras para subir y bajar escaleras o el almacenamiento correcto de productos peligrosos, el riesgo de accidentes aumenta de forma considerable, puntualizan desde PrevInfad.

En este contexto, aclaran, las campañas de concienciación y los programas de prevención han cobrado relevancia en los últimos años, promovidos tanto por instituciones públicas como privadas, con el objetivo de reducir la incidencia de siniestros infantiles.

Del mencionado estudio llama la atención que el 9,1% de los menores de 12 años se quedan en algún momento solos en casa, destacando que incluso bebés que no llegan al año de vida también se quedan sin la compañía de progenitores o tutores. Además, el 18,3% de las familias no saben a qué número de teléfono tienen que llamar en caso de sufrir una urgencia.

La prevención, primer paso para la seguridad

Las caídas son algo habitual y normal en el desarrollo de los niños y las niñas, y forman parte del proceso de aprender a caminar, correr, saltar, trepar, explorar e interactuar con el entorno físico. Por ello, el Ejecutivo afirma que las medidas preventivas para evitarlas comienzan desde el primer mes de vida y ofrece una serie de recomendaciones.

De este modo, instan a nunca dejarlos sin vigilancia en el cambiador o la trona. Empiezan a darse la vuelta desde muy pequeños, por lo que no se les debe dejar solos en ninguna superficie en la que puedan rodar y caerse, como una cama o el sofá.

Debemos poner barandillas en las escaleras y utilizar puertas o elementos de seguridad en la parte superior e inferior de las mismas. Proteger las ventanas con cierres de seguridad, no poner sillas ni muebles bajos delante y mantener cerradas las puertas de las terrazas.

No colocar estufas, braseros o chimeneas al alcance de los niños ya que pueden causar quemaduras graves si están accesibles. Medicinas, productos de limpieza y sustancias químicas deben permanecer en lugares altos.

Hay que asegurarnos de que los muebles, las estanterías y los televisores están bien anclados a la pared. Esto mismo de la sujeción debemos verificar con los materiales de juego, como columpios y porterías, en parques, polideportivos y plazas.

Colocar sistemas de seguridad en todos los enchufes accesibles para evitar descargas eléctricas. En cuanto a los objetos pequeños, no dejarlos al alcance ya que si se tragan pueden provocar asfixia.

En el coche, usa siempre sillas infantiles adecuadas y abrocha bien los cinturones de seguridad. Al montar en bicicleta, patinetes o patines, los niños deben llevar casco para protegerse de caídas. A medida que los niños crecen, es importante enseñarles normas de seguridad básicas, como cruzar la calle en el debido momento, evitar nadar solos y no manejar objetos afilados.

La Sociedad Canaria de Pediatría de Santa Cruz de Tenerife asegura que padres, abuelos y maestros pueden marcar la diferencia en caso de accidente si cuentan con conocimientos de primeros auxilios.

Por último, afirma que estar capacitados para reaccionar ante una emergencia puede salvar una vida, y saber técnicas de reanimación y atención primaria es un recurso fundamental para los adultos que rodean a los niños.