Bebés

Una empresa publicita en el metro de Nueva York la posibilidad de elegir 'al mejor bebé': desde el color de ojos hasta la predisposición a la ansiedad

Bebés a la carta
Bebés a la carta. Nucleus
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Los viajeros del metro de Nueva York pueden leer estos días mensajes tan directos como "Height is 80% genetic" (la altura es un 80% genética), "Have your best baby" (ten a tu mejor bebé) o "IQ is 50% genetic" (el coeficiente intelectual es un 50% genético).

Forman parte de la campaña publicitaria de Nucleus IVF+, una empresa estadounidense —conocida también por el dominio pickyourbaby.com (lo que sería en español eligeatubebé.com)— que promete seleccionar el mejor embrión posible a partir de análisis genéticos avanzados.

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En la práctica, lo que ofrecen se acerca cada vez más al concepto de "bebés a la carta", un terreno con implicaciones éticas innumerables y mucho más permisivo en Estados Unidos que en Europa.

A las parejas que realizan el proceso se les entrega un informe detallado de 20 embriones donde se estiman probabilidades sobre características como color de pelo, predisposición a la ansiedad, riesgo de enfermedades o incluso proyecciones de capacidad intelectual. La idea es que los futuros padres puedan elegir cuál consideran "mejor" entre todos ellos.

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Llama la atención que la Autoridad del Transporte de Nueva York haya vetado la publicidad sobre elección del sexo del bebé, pero sí haya autorizado anuncios que hacen referencia al coeficiente intelectual, uno de los rasgos más demandados entre ejecutivos y emprendedores tecnológicos.

La obsesión por un alto coeficiente intelectual

Uno de los objetivos de esta empresa es "democratizar" un proceso todavía muy costoso, pero que hasta ahora solo estaba al alcance de multimillonarios.

Entre los ejemplos más conocidos están los Collins, un matrimonio de empresarios tecnológicos y de capital riesgo que se han convertido en símbolos del nuevo movimiento pronatalista: una corriente que defiende tener cuantos más hijos mejor, como vía para "salvar el mundo". Pero su apuesta no es solo por familias numerosas, sino por familias "óptimas". Han seleccionado genéticamente a sus cinco hijos, a unos 43.000 euros por embrión, obsesionados con garantizar un alto coeficiente intelectual.

No es un caso aislado. Cada vez más figuras influyentes de Silicon Valley se suman a esta tendencia. Incluso Elon Musk —uno de los referentes del pronatalismo tecnológico— ha mostrado públicamente interés por estos enfoques.