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Muchos mexicanos han expresado su indignación este martes por el brutal asesinato de Ingrid Escamilla, una mujer de 25 años que murió a manos de su pareja, quien la desolló y mutiló en el norte de Ciudad de México. Esta ha sido la última víctima del feminicidio en México. Un país que registró en 2019 un total de 1.006 feminicidios según cifras oficiales.
Este no es un caso aislado, el asesino confeso, identificado como Francisco Robledo, de entre 40 y 50 años actuó con una brutalidad inhumana, y después difundió las imágenes del cadáver de la víctima por redes sociales. Además, incluyó un vídeo contando su testimonio, este hecho ha provocado una gran indignación social.
El asesinato ocurrió el domingo pasado, en la vivienda que compartía la pareja en la localidad de Gustavo Madero, en Ciudad de México. Pero la voz de alarma la tuvo que dar la exmujer de este criminal, a quien él mismo llamo después de cometer el asesinato. Ivonne Barragán llamó inmediatamente a la Policía, que se trasladó a la casa.
Al llegar, los agentes encontraron a Erick Francisco 'N' de rodillas en el suelo de la cocina con un cuchillo en la mano junto al cadáver de Escamilla y un gran charco de sangre. No tuvo problemas en confesar lo que había hecho. Discutieron porque ella le recriminó que bebía demasiado. Según él, fue ella quien le amenazó con matarle con un cuchillo.
Todo esto ocurrió cuando el hijo de Escamilla, un joven autista de unos 15 años estaba en la casa. La ex mujer de 'N' fue quien se hizo cargo del menor en un primer momento, según informa el diario mexicano 'Milenio'.
Robledo se atrevió asegurar que le había asestado varias puñaladas en el cuello, y una vez que acabó con la joven le comenzó a quitar las partes del cuerpo y algunos órganos que tiró a unas alcantarillas cercanas, según afirmó todo “lo había tenido que hacer por vergüenza y miedo”.
En 2019, Escamilla presentó una denuncia por violencia de género contra su pareja, aunque finalmente la mujer no siguió con el proceso legal y el caso fue archivado. Por si no fuera poco, las fotos que comenzaron a circular por las redes fueran las realizadas por los agentes en el lugar del crimen, con el cuerpo de la joven descuartizada.
El vídeo en cuestión, fue grabado por Erick Francisco 'N' en el coche patrulla y con la cara tapada en el que cuenta lo sucedido y por el que se conoce su versión. "El cuerpo violentado de Ingrid Escamilla fue expuesto en los medios y en las redes sociales. El sexismo la revictimizó y justificó al agresor", ha denunciado en Twitter la ONG Memoria y Tolerancia, reclamando justicia y un "actuar ético de los medios y la sociedad".
La jefa del Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha calificado de "indignante" el asesinato de Escamilla, al tiempo que ha recalcado su compromiso de "trabajar todos los días por erradicar la violencia hacia las mujeres": "El feminicidio es un crimen absolutamente condenable".
Días atrás el fiscal general de la República, Alejandro Gertz, sugirió la inutilidad del feminicidio como tipo penal, dejándolo solo como un homicidio agravado por razón de género, por considerar que la actual redacción dificulta su prueba, algo que puso en guardia a la comunidad feminista. Por si fuera poco, el presidente Andrés Manuel López Obrador se enfadó en la mañana de este pasado lunes cuando le preguntaron al respecto, porque esa cuestión interfería con el mensaje que él quería mandar sobre otro asunto.
Los agentes por otro lado ya han comenzado a ser investigados por lo sucedido, al usar "indebidamente" las fotografías hechas en el lugar del crimen y el vídeo del interrogatorio al asesino confeso, tras lo cual podrían enfrentarse a sanciones administrativas, conforme explicó la subprocuradora de Atención a Víctimas y Servicios a la Comunidad, Nelly Montealegre.
Lorena Villavicencio y María del Carmen Bautista, diputadas federales del partido de López Obrador, MORENA, han exigido una "investigación a fondo" del asesinato de Escamilla.
Según un reciente informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), en 2019 se registraron un total de 976 denuncias por feminicidio, lo que supone un incremento del 137% respecto a 2015. Más de 3.800 mujeres fueron asesinadas el año pasado, un diez por ciento más que en 2018.
Cientos de mujeres han emitido mensajes en Twitter subrayando que la honorabilidad de las víctimas de violencia de género se vulnera incluso después de muertas, que el odio contra ellas es infinito y se prima la voz del agresor.