Internado en el infierno

INFORMATIVOS TELECINCO 09/12/2009 14:35

Un informe presentado hoy por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) refleja las condiciones y el trato que reciben los internos en tres de los ocho CIEs que existen en España (Málaga, Madrid y Valencia), tras visitarlos y realizar más de un centenar de entrevistas a los internos, cotejadas después con los funcionarios.

La investigación ha sido expuesta al Ministerio del Interior -de los que dependen los centros- y fruto de ello ha sido la apertura de diligencias por un presunto caso de maltrato en el centro de Aluche (Madrid), ha explicado el director del informe, el psiquiatra Pau Pérez-Sales.

Al parecer, ha añadido, no se trata de uno de los funcionarios que trabajan en el CIE de Aluche, sino de un miembro de la brigada encargada de trasladar a los internos al aeropuerto de Barajas.

Cuatro de cada diez

El 40% de los internos entrevistados relatan un trato "negativo o muy negativo", aunque no llega a ser una "práctica generalizada", y un 4% apuntan incluso a torturas y malos tratos graves, ha denunciado. Según el secretario general de CEAR, Alfredo Abad, los centros de internamiento "repugnan" al Estado de Derecho y su situación exige tomar medidas; "están pensados como comisarías para una estancia corta", pero en realidad la detención se eleva a veinte días de media y puede llegar -actual límite legal- a los cuarenta días.

Otra de las deficiencias más graves detectadas en los centros, que CEAR pudo visitar gracias a una autorización de Interior, figura que sólo el 42% de los internados conoce el nombre de su abogado y tiene forma de contactar con él; la enorme dificultad para recibir y hacer llamadas al exterior, así como un régimen de visitas casi inexistente.

Interior, al quite

El Ministerio del Interior ha contestado este mismo miércoles a las acusaciones de CEAR. "Siempre que se tiene conocimiento de cualquier episodio de malos tratos en un CIE, la dirección del centro, en todos los casos y sin excepción, lo comunica inmediatamente a la Autoridad Judicial y se inicia una investigación", puntualiza una nota de este departamento.

Asimismo, Interior señala que "únicamente tuvo constancia del incidente ocurrido el día 29 de mayo de 2009 en el centro de internamiento de Madrid". No obstante, el ministerio ha ordenado las correspondientes investigaciones internas para determinar la existencia de responsabilidad penal o disciplinaria por parte de algún funcionario, "sin que hasta la fecha se haya podido acreditar ni tan siquiera la existencia de los episodios denunciados".

Dignidad del interno

Otras carencias, que pese a parecer menores "tiene mucho que ver con la dignidad", es estar obligado a usar los mismos calzoncillos durante treinta días, no tener inodoros en las celdas y, por tanto, tener que hacerlo por las noches en una botella o en la pileta, o tener una mala alimentación. El 34% de los entrevistados dicen que la comida es de mala calidad y el 32% que es insuficiente; alrededor del 50% refieren haber perdido el apetito y un 30% afirman tener síntomas de adelgazamiento, hambre o debilidad.

El equipo de CEAR comprobó también deficiencias en la atención médica, errores y negligencias en el diagnóstico y tratamiento de pacientes psiquiátricos, y negativas en la emisión de informes médicos.

Asimismo, los centros no entregan el certificado con el número de días de estancia en la CIE para que el interno pueda acreditarlo, ni informan de la existencia de los formularios de quejas.

Historial de quejas

SOS Racismo, el colectivo Ferrocarril Clandestino y Médicos del Mundo presentaron a mitades de noviembre un informe en el que se denuncian "irregularidades" y "violaciones de derechos" en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) del barrio madrileño de Aluche. Estas asociaciones pretenden mediante 40 testimonios visibilizar el día a día de las personas allí retenidas.

En el informe 'Voces desde y contra los Centros de Internamiento de Extranjeros' estas ONG detallan que en el de Aluche de 12 de la noche a ocho de la mañana no pueden ir al baño, no se les suministran productos de higiene personal, no se cambia la ropa de cama ni las toallas durante el período de internamiento y que la asistencia sanitaria es muy deficiente.

Precisamente, el CIE de Aluche tiene un largo historial de quejas. En primavera de 2008, varios internos del mantuvieron una huelga de hambre.