Consejos para educar a tus hijos sin perder los nervios ni acabar con un ataque de ansiedad

  • Estas son algunas claves para ayudar a los padres a sufrir menos y triunfar más a la hora de educar

El juez de menores Emilio Calatayud sabe lo que es lidiar con jóvenes a los que no se les educó en su día o que simplemente perdieron el norte. Con ellos también se encuentra en su consulta Maribel Martínez, autora de ¿Cuántas veces te lo tengo que decir?, que además de desgranar en esta entrevista las claves que pueden ayudar a los padres de hoy a sufrir menos y triunfar más a la hora de educar, también da algunos consejos prácticos, incluido frases que funcionan si se hacen en el contexto adecuado.

Como dice Catalayud, famoso por sentencias que ayudan más que condenan, "el principio de autoridad no tiene nada que ver con una dictadura, es un principio fundamental de un Estado democrático, una familia no puede ser un régimen asambleario en el que se pregunte: "¿Qué queréis cenar, hijos, patatas fritas o acelgas?" o "¿Cómo va a ser la familia una democracia?". Se puede pactar, pero llega un momento en el que hay que decir “los padres somos nosotros”. Primer elemento a apuntar, pero no el único. Estas son algunas claves que los expertos han logrado desgranar después de ser testigos de muchos casos.

Conseguir que los hijos respeten a los padres

"Jo, tío/a", "No me ralles", "Qué pesado/a", "Déjame en paz", "Lo haré si me da la gana", "Hazlo tú, yo paso". Estas frases se oyen a diario por la calle a hijos cada vez más pequeños. No se debe permitir. Lo primero que hay que dejar claro a un hijo es la autoridad: "Háblame bien que soy tu madre/padre". Los niños necesitan crecer con personas adultas que ejerzan el papel de guía y les orienten. Ese es uno de los roles principales de los padres (también de los maestros y otras figuras importantes como los abuelos). Si se trata a los hijos como si fueran adultos que pueden tomar decisiones igual que los padres, se quedan sin guía.

La mirada firme es vital y se ha perdido. Cuando un padre o madre mira fijamente a un hijo, eso debe significar algo. No miedo. Respeto. Saber que la línea roja está ahí.

Gritar no es eficaz. Es contraproducente. Es mejor decir una frase como esta "Ve a tu habitación, te calmas y en media hora hablamos" que descoloca al hijo. Y en esta batalla por educar es vital que los hijos vean a los padres como un equipo que se pone de acuerdo y actúa coordinadamente.

Los padres son quienes pueden decidir cuáles son las alternativas aceptables. Tiene razón Calatayud. No se debe consultar todo a los hijos. Y cuando se haga de alguna forma hay que dar opciones, pero no que el niño decida por sí mismo lo que quiere hacer Una fórmula que funciona muy bien es dar a escoger entre dos opciones razonables. "¿Quieres un bocadillo de queso o de jamón para merendar?", "¿Te quieres poner la camiseta roja o la blanca?", "¿Quieres ducharte ahora o en diez minutos?".

Conseguir que los hermanos tengan una relación fraternal saludable

Conseguir que los hermanos tengan una relación fraternal saludableDeja de hacer lo que no funciona. Y lo primero que ya sabes que no funciona es acudir raudo y veloz a la llamada de socorro, intervenir para poner paz, reñir, castigar (a uno o a los dos), intentar convencerlos de que han de llevarse bien, compartir, ayudarse.

Es bueno observar sin intervenir y dejar la pelota en su tejado. Es vital que los padres tengan confianza en sus hijos, les hagan crecer. "¿Aún estáis así? ¡Vaya!", puede ser una forma de actuar. Y una vez acabado todo se puede felicitar por diversos motivos: porque en esta ocasión han necesitado menos tiempo que la última vez, porque ha habido menos gritos, porque ahora ambos están jugando juntos, porque no ha habido petición de socorro.

Cómo conseguir que los hijos tengan límites y obedezcan

Dirigir y ordenar no es pedir un favor. Todas las familias con niños de más de 3 años deberían escribir unas normas. Las rutinas les dan seguridad a los hijos desde que nacen. Si un niño sabe que ha de poner la mesa y la norma se convierte en un hábito, ya no hace falta repetirlo veinte veces. También se puede convertir durante un tiempo en un juego más.

Si hay dos hijos o más en una familia, cada uno ha de tener sus propias normas. La única excepción es si son gemelos. Es decir, el hecho de tener distinta edad implica que el mayor tendrá más derechos y deberes que el pequeño. Esto se ha de especificar especialmente, con diferentes horarios para ir a dormir.

Respetar a mamá y papá, la norma básica. Aunque parezca obvia, hay que especificarla siempre. Es la más importante, universal. Sin esta las demás no tienen sentido.

Conseguir que el niño coma y se siente

El gran error es ir detrás del niño o niña. Es más rentables establecer juegos: el dado y a cada uno le toca comer según qué numeros, sopa de letras: podemos hacer que una sopa de letras sea un concurso en el que cada sorbo es un reto. También se puede usar una canción: se puede cantar una canción y cuando se pronuncia una determinada palabra o sílaba se tiene que comer un bocado. En el caso de que el niño no se quiera sentar se puede jugar también con ello. "¡A ti no te gusta estar sentado! Y realmente para comer no hace falta. Así es que, a partir de hoy, quitaremos tu silla de la mesa y tienes que comer de pie".

Cuando los padres acaban de comer, se recoge la mesa, independientemente de lo que los hijos hayan comido. (Obviamente, damos por supuesto que el tiempo sea razonable y, por tanto, si los padres comen en quince minutos, la siguiente pauta sería más adecuada.) Cuando se empieza a comer se dice que al cabo de una hora se recogerá la mesa y se marcará un tiempo para cada plato. Por ejemplo: primer

plato, quince minutos; segundo, quince minutos; postre, diez minutos.

Estas son normas básicas que puedes colocar en la nevera

  • Normas para niños de 3 años• Respetar a papá y mamá.• Recoger los juguetes y guardarlos en su lugar.• Lavarse las manos antes de comer y al llegar de la calle.• Llevar las servilletas, platos y cubiertos a la mesa.• Comer autónomamente con el tenedor y la cuchara.• Ayudar a recoger la mesa después de las comidas.• Lavarse los dientes después de cada comida.• Por la mañana: lavarse la cara y las manos, secarse conla toalla y peinarse. Vestirse con poca ayuda.• Por la noche: quitarse la ropa y ponerse el pijama conpoca ayuda.
  • Normas para niños de 4 años• Respetar a papá y mamá.• Ayudar a quitar el polvo de un mueble.• Ayudar a preparar un postre sencillo o una ensalada.• Poner la mesa (con todos los utensilios).• Ayudar a lavar los platos o a cargar el lavaplatos.

Normas para niños de 7 años

  • Respetar a papá y mamá.
  • Pasar la aspiradora o barrer algunas habitaciones.
  • Tirar la basura a los diferentes contenedores para reci-clarla.
  • Poner y quitar la mesa.
  • Ayudar a tender la ropa o ponerla en la secadora.
  • Elegir cada noche la ropa que se pondrá al día siguiente,adecuada al clima y ocasión.
  • Hacer su mochila para ir al colegio, cada noche antesde la cena.
  • Ayudar a bañar a la mascota.
  • Dejar el cuarto de baño limpio después de utilizarlo.
  • Especificar horarios: de ducharse, de hacer deberes, de verla televisión y de ir a dormir.
  • Normas para niños de 8 años• Respetar a papá y mamá.• Fregar alguna habitación.• Tener los armarios ordenados y la habitación recogida.• Ayudar a sus hermanos menores si se lo piden.• Hacer su cama.
  • Ayudar a los padres cuando compran en el supermer-cado.
  • Especificar horarios: de ducharse, de hacer deberes, deutilizar pantallas (televisión, consolas, juegos de móvil...),de despertarse y de ir a dormir.

Normas para niños de 9 años

  • • Respetar a papá y mamá.• Ayudar a poner una lavadora.
  • • Tender la ropa o ponerla en la secadora autónoma-mente.
  • • Hacer pequeñas compras (el pan, por ejemplo).• Cambiar las sábanas de su cama.• Especificar horarios: de ducharse, de hacer deberes, deutilizar pantallas (televisión, consolas, juegos de móvil...),de despertarse y de ir a dormir.

Normas para niños de 10 años

  • • Respetar a papá y mamá.• Doblar la ropa autónomamente.• Ayudar a hacer la comida.• Especificar horarios: de ducharse, de hacer deberes, deutilizar pantallas (televisión, consolas, juegos de móvil...),de despertarse y de ir a dormir.

Normas para niños de 11 años

  • • Respetar a papá y mamá.• Ayudar a limpiar el coche familiar.• Cocinar algún plato sencillo.• Especificar horarios: de ducharse, de hacer deberes, deutilizar pantallas (televisión, consolas, juegos de móvil...),de despertarse y de ir a dormir.

Normas para niños de 12 años

  • • Respetar a papá y mamá.
  • • Ir al colegio autónomamente (si la distancia y las cir-cunstancias lo permiten).
  • • Saber utilizar el transporte público como el autobús oel metro.• Hacer compras en el supermercado.• Ayudar a planchar prendas de ropa sencillas.• Especificar horarios: de ducharse, de hacer deberes, deutilizar pantallas (televisión, consolas, juegos de móvil...),de salir con los amigos por la tarde, de despertarse y deir a dormir.• Posibilidad de tener un móvil (a partir de primero de laESO) siempre y cuando los padres fijen pautas en cuantoa su utilización (lo trataremos en el capítulo sobre laspantallas).

Pataletas

"¿Qué dices? Así no te entiendo". Es una frase para los lloros y pucheros. Contagiar la calma es lo más inteligente. Ante una pataleta, primero se avisa. No pidamos las cosas de repente. Es bueno anunciar cinco minutos antes lo que va a suceder. A partir de ahí hay que evitar que un no se convierta en un sí y que todo acabe en una discusión mano a mano porque los roles no son iguales. Muchas veces, una sana desatención es positiva. Lo que hay que evitar siempre es enfadarse con el niño, tanto como las explicaciones que intentan convencer al niño.

Lo que tu crees que pasa y lo que pasa

Hacer la cama, poner la mesa... Los padres saben que lo deben hacer los hijos y dicen eso de lo debes hacer tú, pero lo hago yo porque tú no lo harás o lo harás mal. O esos padres que lo preguntan todo para que sea al gusto del hijo, para que sea feliz. Son prácticas de estos padres perfectos que queremos ser y que solo provocan en nuestros hijos no aprenden a tolerar la frustración, creer no tener ninguna obligación pero sí todos los derechos. Se instaura así la "ley del mínimo esfuerzo". No les hacemos un favor porque sienten una gran sensación de incapacidad, baja autoestima, mucha inseguridad y miedos. Y el libro de Maribel Martínez habla de muchos más problemas a los que no enfrentamos en la crianza: apagar la luz, los móviles... pero para saber más habrá que leer el libro.