El coronavirus y Gloria provocan avistamientos de tiburones nunca vistos

  • El avistamiento de este tipo de tirburones podría estar motivado por el confinamiento

  • Los expertos aseguran que durante esta primavera habrá una mayor presencia de animales marinos

En lo que llevamos de primavera se han producido más de 15 avistamientos de tiburones peregrinos (Cetorhinus maximus, el segundo pez más grande del mundo), una cifra muy superior a la media registrada de los últimos años. Este es el recuento provisional que avanza Claudio Barría, investigador del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona y especialista en tiburones y rayas de la Unión Internacional de la Conservación por la Naturaleza (UICN).

El peregrino es una de las al menos 40 especies de tiburones presentes en el Mediterráneo, pero por desgracia todas ellas son "especies muy poco estudiadas y sólo en las dos últimas décadas se ha empezado a cubrir este vacío, en parte porque sabemos que muchas de ellas están en peligro de extinción, en buena parte a causa de actividades humanas como la pesca y la degradación de hábitats marinos", explica Claudio Barría.

El avistamiento de este tipo de tirburones así como de otras especies de estos grandes peces y cetáceos podría estar motivado por diversas causas, una de las cuales sería el confinamiento humano por la pandemia.

"La reducción del tráfico marítimo y de las actividades pesqueras, fruto del confinamiento por la pandemia, pueden tener bastante que ver con el aumento de las observaciones de tiburones". "De hecho, al reducirse el esfuerzo pesquero, tiburones como los peregrinos pueden permanecer más tiempo comiendo tranquilamente en superficie y facilitar más observaciones", detalla este experto del ICM-CSIC. Además de comer, los peregrinos se mueven en los primeros metros de la columna de agua en primavera para "socializar y en conductas de apareamiento", reconoce Barría.

El investigador asegura que los bañistas que ya pueden disfrutar estos días de las playas pueden estar totalmente tranquilos ya que "los tiburones peregrinos comen plancton, en el Mediterráneo. Principalmente copépodos y eufásidos".

La mayor disponibilidad de estos dos grupos de pequeñísimos crustáceos es precisamente la segunda causa probable de la mayor presencia de peregrinos esta primavera en la costa. "Algunos estudios indican que el temporal o borrasca Gloria, de enero de este año, podría haber aumentado un poco la producción primaria y la aparición de blooms [floraciones] planctónicos", que atraen la presencia de tiburones.

Los expertos del Servicio de Fauna y Flora de la Generalitat coinciden en que la borrasca Gloria y las abundantes precipitaciones de los últimos meses han facilitado el transporte de nutrientes a través de los ríos hasta el litoral, y también en que la disminución de embarcaciones puede haber afectado a la mayor presencia puntual de especies como el peregrino.

Las tasas de observación obtenidas con los inventarios marinos que hace la Red de Rescate de Fauna Marina que evalúan la conservación de los cetáceos en las cosas dependen de la estación. En primavera, las tasas de avistamiento son mayores y coinciden con un aumento de alimento en nuestras aguas.

También desde la Asociación Cetácea se apunta que, "el aumento de producción primaria de la primavera sumado a la aportación de nutrientes que el temporal Gloria vertió al mar, también puede ser un motivo relevante a la hora de hablar de presencia o ausencia de animales". Además, "según nuestros datos obtenidos y acumulados desde de 2014 en nuestro proyecto de seguimiento de las poblaciones de estos animales, las fluctuaciones en el número de avistamientos es bastante habitual, más si tenemos en cuenta que se trata de especies móviles y con comportamientos dispersivos", detallan los expertos de Cetácea.

Más avistamientos en las costas

La tercera causa más probable es que "estos días hemos estado todos más pendientes de las redes sociales, donde se difunden muy fácilmente cualquier tipo de observación de este tipo de animales", apunta Barría.

Desde la Asociación Cetácea abundan en este mismo punto: "El incremento de personas mirando al mar durante el confinamiento y el hecho de fijarse más en lo que nos rodea también podría explicar el auge de estas imágenes".

"Hemos recibido muchas fotografías y vídeos alertando de la presencia de cetáceos y tiburones en nuestras costas, refiriendose en muchos casos a que estos animales están recuperando su espacio", explican los expertos de la Asociación Cetácea. Ante este tipo de afirmaciones, "mostramos un cierto escepticismo, porque en las redes sociales las noticias se extienden muy rápidamente y hemos de evitar caer en la desinformación".

"No tenemos datos que nos permitan confirmar o desmentir una mayor presencia de cetáceos en la costa catalana, aunque es cierto que la presencia de embarcaciones puede producir efectos perjudiciales", destaca Cetàcea.

Los expertos del Servicio de Fauna y Flora de la Generalitat consideran que en el caso de las tortugas marinas, las franjas horarias para hacer deporte y la mayor presencia de personas en las calles puede aumentar el número de observaciones y recuerdan que si se detecta alguna tortuga tratando de nidificar se debe dar aviso al teléfono 112 y evitar cualquier molestia a los animales.

Si hay más gente en las playas, a la hora a la que se acercan las tortugas a nidificar, puede que haya más interacción y aumenten los "intentos fallidos", alertan los expertos de Servicio de Fauna y Flora repitiendo la petición de máxima atención por parte de los visitantes de las playas.

"En el momento en que dejemos de tener franjas horarias y restricciones, es posible que aumenten las noches y las cenas a las playas, creemos que habrá más gente en la playa", advierten desde este servicio del departamento de Territorio i Sostenibilitat de la Generalitat, y por tanto se impone respeto y cuidado las tortugas que visitan nuestros litorales.