El popular youtuber se enfrenta a una petición de pena de cinco años de prisión, once años de inhabilitación especial y nueve de alejamiento de la supuesta víctima, que no es la única que ha denunciado. Según un agente de la Policía Nacional que ha declarado en el juicio, habría más casos.
En su declaración, el acusado ha explicado que conoció a la chica en el verano de 2015 e inició una relación de amistad a través de las redes sociales. “Se estaba peleando con unos haters por Twitter y la seguí”, ha contado. Asimismo, ha negado que la menor le dijera realmente su edad.
El youtuber ha insistido en que nunca le propuso nada sexual y de que hablaban de temas personales. “Me contaba sus dramas personales”, ha afirmado tras reconocer que sí le dijo que se acercara a una firma de libros, pero como hacía con otras fans con las que tenía relación. La segunda vez que estuvieron a solas según ha declarado fue en la estación de Atocha en febrero de 2016.
Sin embargo, Dalas Review ha negado que fuera con ella al parque del Retiro de Madrid ese mismo día y que abusara de ella. “Es imposible estar con alguien sin que me grabe. Soy muy cuidadoso. No se me hubiera ocurrido en la vida besarme en medio de un parque”, ha asegurado.
La víctima, por su parte, ha relatado el encuentro que se produjo el 8 de febrero de 2016 tras quedar en la estación de Atocha. “Insistió en darme mi primer beso y le dejé. Luego quiso ir a un hotel, pero a mí me daba miedo. Y fuimos al Retiro que estaba a un paso. Me besó, le dejé hacerlo. Empezó a tocarme, a darme besos”, ha relatado.
Meses después se enteró que Dalas hacía lo mismo con otras chicas, por lo que en mayo de 2016 contó a sus padres lo sucedido y acudieron a una comisaría para denunciar los hechos. “Tenía una relación de confianza con mi hija. Y me mostró vídeos con tono sexual y otros inaceptables. Empecé a preocuparme cuando me dijo que tenía su teléfono”, ha narrado el padre.
Durante el juicio, Dalas ha señalado que todo es consecuencia de un chat de chicas que decían “burradas” sobre él para hundirle. “Luego pasaron a hacerme un escrache público y hablar mal de mí en las redes. Las fans se pusieron de acuerdo para hundirme lo máximo posible y que la gente me odiara”, ha asegurado.
Por su parte, la víctima ha reconocido la existencia de un grupo. “Había más chicas en mi situación y queríamos ayudarnos”, ha manifestado al tiempo de reconocer que quisieron borrar las conversaciones porque sabían que “muchos famosos suelen acusar a sus víctimas de conspiración” y no querían que esto pasase.
La Fiscalía pide para el acusado cinco años de prisión. Según ha relatado el fiscal en el juicio, el acusado y su supuesta víctima contactaron a través de Twitter. "En este momento la menor tenía 13 años de edad", según apunta el escrito. Los contactos se intensificaron en septiembre de 2015 vía Skype.
Entonces, éste le comenzó a mostrar el interés que tenía hacia ella y le pidió que le mandará fotos desnuda. "Cuando ella le objetaba que era menor de edad, él le decía que era una tontería", señala el fiscal, que agrega que éste le pidió que borrara conversaciones para que no las leyeran sus padres.