Drones que vigilan los mares: España controla las emisiones y vertidos de buques desde el cielo

  • Los drones se introducen en la columna de humo del buque y analiza sus emisiones

  • También pueden detectar vertidos con sus cámaras

  • En la última semana el dron que sobrevuela el Estrecho ha detectado tres buques infractores

Son las dos vías marítimas más concurridas de nuestras aguas territoriales, tanto que en ellas están establecidos dispositivos de separación de tráfico similares a las autopistas terrestres: Finisterre y el Estrecho de Gibraltar. Más de cien grandes buques navegan cada día frente a las costas gallegas. En el Estrecho, las cifras son aún mayores, y sobrepasan los 300 diarios. Ambas vías tienen desde tierra un seguimiento de su tráfico permanente. Ahora lo tendrán también desde el cielo.

Y es que la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA en sus siglas en inglés), en colaboración con el Ministerio de Transportes, movilidad y Agenda Urbana, despliega sus drones durante tres mese para vigilar desde las alturas el ir y venir de esos cientos de barcos. En Finisterre más pendientes de posibles vertidos al mar. En el Estrecho con especial atención a sus chimeneas.

"El dron entra en la columna de humo del barco a unos cuarenta o cincuenta metros a popa"

"El uno de enero de 2020 la Organización Marítima Internacional limitó a nivel mundial el contenido de azufre en los combustibles que usan los barcos al 0,50%, para limitar los óxidos de azufre que emiten, que son los que producen la lluvia acida y enfermedades pulmonares a la población", cuenta a a NIUS Juan Andrés Lecertua, técnico de la Dirección General de Marina Mercante. "El año pasado todo estaba preparado para hacer esos controles con los drones, pero llegó la pandemia y hubo que retrasarlo".

Capaces de despegar en un espacio de 5x5 metros, de aguantar hasta seis horas en el aire, y cubrir un radio de acción de 100 kilómetros, las cámaras y sensores de los drones, son capaces de detectar cualquier episodio de contaminación por parte de esos gigantes del mar: El exceso de azufre en el combustible sólo podía ser descubierto hasta ahora con una análisis que requería tener el barco amarrado a puerto. Ahora puede ser detectado en navegación a través de los óxidos de azufre presentes en los gases que emiten las chimeneas. Y es ahí donde los drones de la EMSA son muy efectivos.

"El dron entra en la columna de humo del barco a unos cuarenta o cincuenta metros a popa", explica Lecertua. "Medimos los óxidos de azufre. Si hay una infracción automáticamente se le pone al barco una alerta en la base de datos de la Agencia Europea de Seguridad Marítima, a la que tienen acceso todas las administraciones marítimas europeas".

Un trabajo que ya ha dado sus primeros resultados. El dron de la EMSA, que opera desde hace dos semanas en el Estrecho, detectó el pasado 20 julio su primer infractor, un buque portacontenedores en ruta desde Italia a Canadá. El viernes pasado otro portacontenedores y un bulcarrier, caían en los sistemas de detección del dron.

Algo que hace pocos años era imposible sin tomar muestras de combustible de los tanques, es ahora factible desde el cielo. No es el único objetivo de estos drones, capaces también de brindar apoyo a las funciones tradicionales de guardacostas, incluida la búsqueda y rescate.