Barracones escolares, de aulas de segunda a solución inesperada para bajar la ratio escolar

telecinco.es 14/09/2018 07:08

El fracaso es más evidente en algunas que en otras. En Barcelona, el centro de La Maquinista lleva ya diez años con alumnos en barracones, un récord que supera el colegio Regina Violant en la localidad castellonense de Almanzora.

La Comunidad valenciana junto a Baleares o Cataluña son las que más aularios prefabricados tienen en sus centros de Infantil, Primaria y Secundaria. La planificación de infraestructuras es el cuello de botella que impide a las consejerías de Educación superar estas deficiencias.

Los recortes en educación que a partir de 2012 permitieron aumentar hasta en un 20 por ciento las ratios (número máximo de alumnos por aula) colaboraron también a su crecimiento.

Pero no todo se explica por los recortes. La sociedad española tiene un importante problema de natalidad que se traduce en menos hijos y menos escolares. Pero hay zonas en España en las que ese hueco lo está ocupando un aumento en la llegada de residentes extranjeros. En Baleares, su consejero de Educación puso de manifiesto que más del 75 por ciento de los nuevos usuarios de la educación provienen de flujos no locales.

Por eso es tan importante la implicación de todas las administraciones en la planificación de infraestructuras que permita acortar lo máximo posibles estas estructuras provisionales. Un proyecto de construcción de un nuevo centro escolar tiene una duración media de unos cuatro años desde que se planifica hasta que entra en servicio. Los ejemplos de Barcelona o Almanzora, junto a otros como el colegio 103 de Valencia, ponen de manifiesto que muchas veces la burocracia o los cambios de administraciones son auténticos muros contra los que se estrellan las familias cuyos hijos se abrasan o congelan en este tipo de instalaciones.

Los inconvenientes de los barracones

Los barracones no tiene la misma presencia en el territorio escolar español. Si los máximos exponentes son Valencia, Cataluña o Baleares, hay zonas en las que su presencia no acaba de erradicarse como en Andalucía, Aragón o Castilla y León.

En el extremo opuesto están Madrid, Canarias, La Rioja, Extremadura, Galicia, Euskadi o Castilla-La Mancha que han conseguido reducir al mínimo las aulas modulares en sus centros escolares.

Para los docentes, los inconvenientes de estas instalaciones son muchas. Rafa Martínez y Toni Baos, secretario de educación pública de CCOO en Valencia y Baleares, respectivamente, reconocen que los alumnos perciben la diferencia con sus compañeros en aulas tradicionales y ponen también el acento en la necesidad de cooperación entre las administraciones para impulsar las infraestructuras educativas.

La eliminación de los barracones es una demanda tradicional de los sindicatos, cuya principal reivindicación pasa también por aumentar la inversión para bajar las ratios de las aulas y avanzar hacia una auténtica educación de calidad.

El representante de las Islas Baleares asegura que los planes de inversiones de las consejerías de Educación deberían tener como uno de sus principales objetivos el descenso las ratios, todavía muy altas y verdadero enemigo de la calidad educativa. Por ello defiende que siempre y cuando sea provisional, “si el barracón disminuye la ratio, ¡bienvenido sea!”.

A pesar de este enfoque, ambos docentes coinciden en que los niños son los que más “sufren y perciben” los inconvenientes de los barracones, algo que se convierte en una sensación de “precariedad y de estar de paso”.