{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Entre las empresas tecnológicas se ha desatado “una guerra por atraer el talento”. Lo dice Juan Pablo Peñarrubia, presidente del Consejo de Colegios de Ingenieros Informáticos. “Existe más demanda de empleo que capacidad productiva de profesionales en las universidades”, asegura. Un boom tecnológico que está vaciando las facultades de ingenieros informáticos y de telecomunicaciones, donde un alto porcentaje de alumnos abandona los estudios sin obtener el título de grado, ni realizar el máster, para empezar a trabajar.
“Estamos preocupados porque abandonan la universidad sin la titulación”, confirma Cesar Ferri, subdirector de Relaciones con las Empresas de la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Valencia. “Las empresas quieren retener talento y las ofertas les llegan antes de acabar el grado”, explica Ferran Machí, Decano del Colegio de Ingenieros de Telecomunicaciones.
Una tentación a la que no se resisten muchos estudiantes que con apenas 20 años tienen la posibilidad de trabajar y formarse en una empresa cobrando un sueldo que ronda los 20.000 euros para un primer empleo y que llega a superar los 40.000 a medida que aumentan las responsabilidades. “La tentación es muy fuerte para los alumnos, aunque no obtener el título les penalizará en un futuro en su capacidad de promoción profesional”, advierte Juan Pablo Peñarrubia.
Una opinión que no comparte David, que dejó la Facultad de Informática en segundo curso. “Me di cuenta de que no hacía falta seguir estudiando para trabajar como informático. Empecé con un amigo y desde entonces no he parado”. Ahora con 26 años ocupa un puesto de desarrollador de software y programador en Creditas, una Fintech brasileña que ha instalado en Valencia su oficina de desarrollo tecnológico ante la falta de profesionales en Sudamérica. “Tenemos ahora a 30 ingenieros y el objetivo es llegar a 100 a lo largo del año”, explica Rolando Marciano, responsable de tecnología de Creditas.
No solo las empresas relacionadas con las tecnologías de la información y la comunicación reclaman ingenieros informáticos o de telecomunicaciones, también entidades financieras, compañías de logística o del sector audiovisual, entre otras, buscan este tipo de profesionales.
Sin embargo, la escasez es tal, que las empresas están lanzándose a contratar a alumnos que han realizado la Formación Profesional en Informática y Comunicaciones. Es el caso de Esther Martínez, su futuro estaba predestinado, con un padre informático, en su casa siempre ha vivido entre ordenadores. Decidió estudiar FP y su primera oferta le llegó nada más salir del instituto. “Es abrumadora la oferta de trabajo que existe. Mi LinkedIn estaba literalmente on fire”, afirma.
Solo en la Comunidad Valenciana se ofertan cada año 400 puestos de trabajo para profesionales TIC, y las últimas cifras señalan que en 2020 se van a quedar sin cubrir 500.000 puestos tecnológicos en Europa. Entre los perfiles más demandados están los especialistas en gestión de datos, ciberseguridad, Inteligencia Artificial o desarrollo de portales web y aplicaciones informáticas.
“Es complicado encontrar perfiles especializados por lo que hay que ofrecer muy buenas condiciones laborales y económicas para atraerlos. La otra opción es contratar un perfil básico y luego moldearlos según el puesto que necesitas cubrir”, explica Miquel Blanes, director tecnológico del Portal Inmobiliario Housers.
La oferta de trabajo se ha disparado en los últimos años. Empresas tecnológicas procedentes de países europeos se han instalado en España en busca de talento español. “Hace poco vino un responsable de una empresa holandesa para contratar ingenieros informáticos. Se vienen a España porque aquí están muy bien formados y porque los sueldos son más bajos que en sus países de origen”, explica Cesar Ferri de la Universidad Politécnica de Valencia.
Otro de los aspectos positivos de este boom del empleo tecnológico es la vuelta a casa de jóvenes profesionales, que ahora encuentran en España el trabajo que hace años tuvieron que buscar en el extranjero.