La igualdad de género corregirá los libros de texto en Andalucía mientras que la tergiversación independentista seguirá en los de Cataluña

telecinco.es 27/09/2018 19:19

Andalucía sigue, año tras año, en el furgón de cola de los informes PISAAndalucíafurgón de colainformes PISA sobre calidad educativa, una tendencia que no parece ir a mejor. En lo que la comunidad andaluza sí parece estar a la cabeza es en la adecuación de los libros de texto y materiales curriculares a la igualdad de género.

Expresiones como "mi mamá cocina, mi papá trabaja" dejarán de estar presentes en los materiales didácticos de los colegios e institutos andaluces. Desde el pasado mes de julio los responsables de la Consejería de Educación han elaborado unas instrucciones dirigidas a los centros docentes y unas recomendaciones destinadas a las empresas editoriales que establecen los criterios para la selección de los libros de texto y para la elaboración de materiales curriculares en cualquiera de sus formatos y soportes, para que se ajusten a la igualdad de género.

La orden se ha visto reforzada este miércoles tras la aprobación en el parlamento andaluz de la nueva Ley de Igualdad que sustituye a la de 2007.

Con los votos a favor de PSOE, PP y Ciudadanos y la oposición de Podemos e IU, esta nueva ley habilita al Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) para investigar discriminaciones directas o indirectas por razón de género y para actuar a través de la negociación y de la remisión de informes a la Inspección de Trabajo.

A partir de ahora el diseño y el desarrollo curricular de todas las etapas educativas estará guiado por la coeducación.

Los centros escolares andaluces se constituyen así en vehículos de transmisión de estos valores garantizando en todos ellos la existencia planes de igualdad obligatorios.

También fija las funciones específicas que desempeñarán las personas responsables de coeducación, encargadas de velar por el cumplimiento de los mismos.

Igualmente novedosas son las medidas que establecen la formación obligatoria en igualdad tanto del profesorado en prácticas como del equipo directivo de los colegios e institutos públicos.

Texto contrarios a la Constitución

Peor suerte han corrido dos informes encargados por el ministerio de Educación a la Alta Inspección Educativa para estudiar las denuncias sobre un posible adoctrinamiento en las escuelas de Cataluña,

Los estudios fueron encargados en mayo de 2017 por el anterior titular de la cartera con el Ejecutivo de Mariano Rajoy, Íñigo Méndez de Vigo y tenía un carácter de "urgente".

Catorce meses más tarde pero ya con Pedro Sánchez en La Moncloa, Ciudadanos reclamó al gobierno socialista que hiciera públicos los resultados de los informes.

Pero fue el diario El Mundo el que sacó a la luz el demoledor contenido del trabajo de los funcionarios de la Alta Inspección Educativa.

Según el diario madrileño, gran parte de los manuales escolares usados en Cataluña "contravienen los derechos, libertades y deberes fundamentales recogidos en la Constitución".

Su denuncia coincide con otra que en fechas anteriores realizó el sindicato Asociación por la Mejora de la Enseñanza Secundaria en Cataluña (AMES).

Esta organización que realizó dos informes previos sobre el adoctrinamiento en libros de texto en 2017 cargó contra Méndez de Vigo por no haber tomado "ninguna decisión" frente a la "larga lista de incumplimientos" por parte de las autoridades catalanas a la Ley educativa y la Constitución, pese a haber tenido las competencias en esta materia en Cataluña, en aplicación del artículo 155.

Una agenda política marcada por el igualitarismo

En el último año, solo los colectivos de pensionistas han logrado arrebatar a la lucha por la igualdad el dominio de la agenda política.

El movimiento #MeToo ha logrado en este tiempo situar en el primer plano social la lucha contra la violencia sexista y la igualdad entre hombre y mujeres. Más allá de esta justa reivindicación está la lacra de las casi mil mujeres muertas en España a manos de sus parejas o exparejas y que también afecta a sus hijos.

Con las instituciones volcadas en esta lucha el resto de los problemas políticos están quedando en un segundo plano. El consenso que acelera esta reivindicación es el mismo que falta para solucionar la cuestión catalana.