{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
La Juez ha decretado libertad vigilada con alejamiento para los cinco menores presuntamente implicados en la violación a dos niñas de 12 y 13 años, una de ellas grupal, el pasado lunes en Burjassot. Al grito de "somos libres" y "victoria de Cristo" salieron anoche de los juzgados de Valencia los cinco acusados, más que contentos porque pensaban que acabarían en un centro de menores. Mientras, la policía sigue buscando al sexto implicado.
La decisión judicial no ha gustado mucho a las partes. La Fiscalía pedía el internamiento en un centro de menores para cuatro de ellos. La acusación particular no da crédito.
Hasta los abogados de las defensas admitían su sorpresa por la puesta en libertad de sus defendidos. Horas antes y de forma verbal se les informaba que cuatro de los cinco acusados serían internados en un centro de menores.
Sin embargo, la jueza cambió de opinión en la sala y ha dejado a los cinco acusados de una violación individual y otra en grupo, en libertad vigilada, con una orden de alejamiento de 200 metros y prohibición de comunicación con las víctimas.
Aunque la jueza, en un auto al que ha tenido acceso el diario El Levante-EMV, reconoce que existen "factores de riesgo", cree que "no es el momento procesal para adoptar una medida cautelar tan gravosa" como es el internamiento en régimen cerrado. Además, la jueza hace referencia a las "contradicciones aparentes" de las niñas o "unos mensajes de Whatsapp", que deberán ser analizados más adelante.
Aunque la jueza aprecia indicios del delito cometido, tiene en cuenta la situación social y educativa de los presuntos agresores, a los que califica de "ociosos" y bajo un "estilo educativo familiar laxo y permisivo", con "baja interiorización de las normas", como si el desonocimiento de una norma eximiera de cumplirla.
Según fuentes judiciales, inicialmente solo iba a quedar en libertad el menor de 16 años que reconoció haber tenido sexo, según él consentido, con la niña de 13 años. Después este joven se habría marchado de la casa abandonada de Burjassot, siempre según su declaración.
El acusado de 17 años negó haber mantenido relaciones por la fuerza, es decir, una violación, con ninguna de las víctimas y los otros tres negaron incluso haber estado en el lugar de los hechos. Es más uno de ellos sostiene que aportará pruebas de que a esa hora estaba comiendo en un centro comercial.
Con todos estos datos la jueza decretó libertad vigilada para los cinco menores. Sus familiares que estuvieron todo el día a las puertas de los juzgados custodiados por la policía porque llegaron incluso a increpar a la pensa, los recibierno a los cinco con aplausos y víctores. Al grito de "somos libres" y "victoria de Cristo" salieron los investigados.
Las niñas, ambas menores de edad, 12 y 13 años, cuentan que habían quedado con dos de los jóvenes por redes sociales. Han sido estas redes también fundamentales para dar con los implicados.
La chicas inicialmente negaron los hechos a la policía. Sin embargo, el examen forense dictaminó lesiones compatibles con la agresión sexual.
La investigación sigue abierta y la policía busca ahora a un sexto implicado.