En septiembre de 2016, una joven comentó en sus redes sociales la experiencia que vivió en una consulta de su médico de familia en la pedanía murciana de Llano de Brujas. La mujer acudió al médico tras haberse desmayado el día anterior y haber sido atendida en el Hospital Reina Sofía. Una vez tratada en el hospital, la joven acudió a su centro médico para que le prescribiesen la medicación indicada en el servicio de Urgencias.
Según el relato de la joven, el facultativo resolvió que no le recetaría las pastillas recomendadas y que su problema era que estaba "mal follada". La paciente también mencionaba otras actitudes y comentarios del médico como que se puso a fumar durante la consulta o que no le hacía la receta porque entonces engordaría y ahora tenía "un tipazo".
La paciente incluso publicaba una imagen del diagnóstico del médico, con la frase "no bien follada" para así demostrar que su versión no era ficticia. Además, aseguraba que el facultativo tenía varias denuncias y que había llegado a ser suspendido de empleo y sueldo.
Nada más viralizarse el relato en las redes, la Consejería de Sanidad abrió un expediente al hombre por denigrar a la paciente. Tres años más tarde del suceso, el Tribunal Superior de Justicia de Murcia condena a 11 meses de suspensión al médico.
La sentencia ha llegado después de que un juzgado de Murcia ratificase la misma condena al médico. Sin embargo, el facultativo recurrió la sentencia y, ahora, el Tribunal Superior de Justicia de Murcia ha desestimado su recurso según ha confirmado La Opinión de Murcia.
Los argumentos que ha utilizado el TSJM alegan que es se tipo de calificativos son "inadmisible en una consulta médica que se espera respetuosa, científica y deontológica", y "en absoluto puede admitirse como un diagnóstico correcto".
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