Los niños pueden ayudar en las tareas de la casa a partir de los 18 meses

  • Así lo asegura la experta en desarrollo infantil Deborah Gilboa, natural de EEUU

  • De los 18 meses a los 3 años recomienda, por ejemplo, que cojan un recogedor mientras los padres barren

  • Es importante involucrarles desde muy pronto para que resuelvan mejor los problemas del futuro, afirma

Es lo que sostienen los expertos: los niños pueden empezar a involucrarse en actividades relacionadas con las tareas del hogar desde una edad tan temprana como los 18 meses.

Así lo defiende la experta en desarrollo infantil Deborah Gilboa, quien considera que asignar tareas de forma regular a los más pequeños es la mejor forma de ayudarles a crecer “para que en el futuro resuelvan los problemas” que se les presenten de la mejor manera y “con el mejor carácter”. Así lo recogía en un artículo el medio Today, que hace acopio de sus declaraciones y de algunas de las estrategias que usa Gilboa para cumplir ese propósito.

Desde los 18 meses, involucrados en las tareas del hogar

Según ella, desde los 18 meses de edad a los 3 años, fase en la que, afirma, los niños están "construyendo su independencia", es idóneo que los padres intenten que les ayuden con las tareas del hogar, empezando, obviamente, por tareas simples y sencillas que puedan acometer: por ejemplo, cita, que sostengan el recogedor mientras los padres barren. Es una forma, dice, de involucrarles y que vayan aprendiendo a la vez.

Recoger sus juguetes, una tarea para empezar a concienciarles

En otra franja de edad, entre los 4 y los 5 años, lo que recomienda es que se les asigne pequeñas tareas que puedan ser realizadas por ellos mismos. Por ejemplo: reunir y recoger sus juguetes.

Cuidar de una mascota, una tarea muy beneficiosa

De los 6 a los 8, indica, se les debería asignar tareas rutinarias, subrayando que es apropiado que incluso las realice diariamente para que pueda formar un hábito. Una tarea repetitiva en la cocina o cuidar de una mascota son dos de los ejemplos que propone.

En este sentido, explica, su propio hijo a los 8 años ya era capaz de poner la lavadora.

Entre los 9 y 11 años, para Gilboa llega la hora de que los padres encarguen a sus hijos tareas que sean acometidas en varios pasos, de tal modo que intenten fomentar su capacidad para tener que planificar la resolución de problemas.

Involucrar a los niños en tareas asociadas a lo que les gusta

En la preadolescencia, de 12 a 13 años, lo que recomienda es que los niños realicen tareas asociadas a cualquier tipo de actividad que sea importante para ellos o que les guste. Si les encanta el desayuno o la cena, por ejemplo, llama a que se les involucre en la preparación de esas comidas. Si por otro lado tienen que realizar distintas actividades que conlleven el desplazamiento en coche, lo que Gibson hace es implicar al niño en las tareas de limpieza del propio coche.

De los 14 a los 15 años: delegar

Entre los 14 y los 15, llama, directamente, a que los padres deleguen tareas del hogar que no les gusten para que en su lugar lo hagan los hijos. “Pueden hacer la cena para toda la familia una vez por semana” o realizar actividades más laboriosas en la casa, asegura, en declaraciones no exentas de cierto debate.

Preparados para la vida adulta

Finalizando su lista de recomendaciones por edad, entre los 16 y 18 años destaca que lo importante es asegurarse de que, en una época tan importante para sus estudios, posean todas las habilidades necesarias para poder afrontar la vida diaria una vez abandonen el hogar. “Cocinar, limpiar, cuidar el mantenimiento del vehículo, o incluso involucrarse en los pagos de la casa” son algunas de las tareas para las que deben estar preparados, subraya.

A su modo de verlo, de lo que se trata es que los niños aprendan a la vez que se vean implicados como miembros dentro de una familia.