El presunto asesino de Triana se terminó la copa tras matar a su víctima

INFORMATIVOS TELECINCO.COM 04/06/2008 12:59

La Policía Nacional en Sevilla ha destacado la frialdad y premeditación en la ejecución del homicidio de Jin L.M, de 33 años. D.C.M, de 35 años, acudió aquella noche al bar 'La Pará', situado en la calle Rafael Belmonte, cuando estaba cerrando con la idea de cometer el robo y el asesinato.

La portavoz policial, Ana Cambón, ha asegurado que el local estaba "lleno de sangre" y pisadas que revelaron que el homicida, tras cometer el asesinato en el servicio, se dirigió al interior de la barra para sustraer el dinero de la recaudación y un ordenador portátil. Después volvió al otro lado para terminarse "tranquilamente" su consumición.

En la investigación han sido cruciales la copa y el cenicero con colillas que estaban en la barra, donde se han encontrado huellas y pruebas que han permitido confirmar que el ADN del detenido coincide con el de la última persona que abandonó el bar.

Tras terminar su copa, el agresor forzó el teléfono público y sustrajo la televisión plana de 40 pulgadas, que metió en la furgoneta que tenía aparcada en la puerta del local y que había robado unos días antes.

Datos de la investigación

En el bar la Policía encontró una bolsa que no pertenecía al dueño ni a su mujer. Supuso que era del autor del asesinato, teoría que fue confirmada cuando en el registro de la vivienda del detenido, en el mismo barrio de Triana, encontraron una bolsa idéntica y dos rollos de empapelar como los que había dentro de la hallada en el local.

La portavoz policial ha asegurado que el detenido es el único autor de los hechos y que el móvil era el robo. Ha explicado que cometió el asesinato porque ya había sido identificado en anteriores robos y "quiso cubrirse las espaldas" para evitar volver a la cárcel, de donde había salido hacía siete meses.

El detenido eligió este bar porque estaba cerca de su domicilio. Antes del día del crimen pudo acudir sin levantar sospechas a tomar una copa y estudiar los efectos que podía robar y la resistencia que podía oponer el dueño.

D.C.M. ha sido puesto a disposición judicial y ha ingresado en la cárcel Sevilla II, acusado de asesinar de varias puñaladas al dueño del bar y de robar 200 euros. El detenido no ha querido hacer declaraciones, aunque ha admitido que las zapatillas que llevaba aquel día las tiró al río Guadalquivir. El arma que supuestamente utilizó tampoco ha sido hallada.