El 'rey del Cachopo' en el juicio: "Llevo dos años intentando demostrar que un grupo organizado está detrás del crimen"

  • El torso calcinado de la víctima fue encontrado el 13 de agosto de 2018

  • Asegura que la maleta en la que encontraron a Heidi no es la que llevó en el taxi

  • Acusa a una banda de narcotraficantes compinchados con policías

"Eso lo llevo diciendo dos años", decía emocionado César Román, conocido como "el Rey del Cachopo' este martes, en el juicio por el homicidio y descuartizamiento de su exnovia Heidi Paz. Solo le ha temblado la voz al ver las fotografías de un trolley azul, que asegura es el la maleta con la que un taxista le trasladó hasta su oficina, ocho días antes de que encontraran los restos de la víctima. "Si esa maleta se hubiera analizado hubieran encontrado huellas y ADN del taxista", mantiene y apunta que no le permitieron cogerla de su piso.

El 13 de agosto de 2018 los agentes de homicidios de la Policía Nacional hallaban el torso calcinado de la mujer dentro de otra maleta. Según el conductor, la carrera había comenzado en Vallecas. El pasajero viajaba con un equipaje, "como de unos 60 kilos de peso". Román mantiene que no es la misma en la que descubrieron el cadáver y critica la labor de los investigadores de homicidios.

"Parto de la base de que el cuerpo que se ha encontrado no es el de Heidi, ya que en el sumario hay una prueba de ADN que dan como una prueba definitiva, pero la conclusión del informe no dice que es ella", señalaba el acusado. Por eso urante las más de cuatro horas que ha durado su declaración, se ha referido a ella hablando en presente.

Román se empeña en demostrar su inocencia. "No tienen ni una sola prueba", ha repetído en tono altivo en varias ocasiones. Acusa a un grupo organizado de narcotraficantes de estar detrás de este crimen, compinchados con agentes de varias comisarías.

Se ha ceñido en todo momento al sumario, que ha tenido encima de la mesa e incluso ha señalando cada folio al que hacía referencia. Heidi le había dejado una nota manuscrita el 20 de junio en la que decía: "por favor, si lees esto contesta a mis llamadas. Me tienes muy preocupada desde ayer viernes. He dormido aquí esperándote". Asegura que el 3 de agosto fue la última vez que estuvo con ella y la última vez que hablaron, dos días después, cuando creen que fue asesinada.

La relación

Heidi y César se conocieron en abril de 2018. La joven trabajaba como camarera en el "Rey del Cachopo", una sidrería del empresario. No llevaban ni siquiera un mes cuando se fueron a vivir juntos. Según su relato, cuando ella desapareció ya no eran pareja.

"Teníamos una amistad con derecho a roce", ha dicho. Ella tenía 25 años y él 45. La joven trabajaba como camarera en uno de sus restaurantes. "Lógicamente uno no es tonto. Heidi es una chica guapísima, es un espectáculo. Cuando una chica de 25 años se acerca a ti, a lo mejor tengo algún tipo de interés. Y a lo mejor a ti te da igual, porque es parte del juego ", ha confesado.

"Cualquiera que tuviera dos ojos, veía que estaba operada de los pechos. Tenía unos pechos muy ostensibles y muy elevados", así la ha descrito. La joven solía vestir con ropa apretada y le gustaba bailar. "Cambiaba cada poco tiempo de teléfono porque los rompía", ha puntualizado.

Su relación apenas duró cuatro meses pero ella se quedó embarazada. "Tú lo último que puedes decirle a una mujer es: yo no quiero tener el niño, porque lo único que puedes conseguir es que ella quiera tenerlo y eso te lo va a estar echando en cara toda la vida", ha manifestado en tono altivo.

El 20 de junio terminaron su noviazgo. La mujer le dejó una nota que los investigadores encontraron en su casa: "César, me voy unos días sola. Necesito pensar y reflexionar muchas cosas. No estoy bien. No me preguntes a dónde voy por que ni yo sé. Perdí nuestro hijo. Nuestro ángel no tenía nada que ver en toda esta mierda", había escrito. Le había cogido prestados 500 euros antes de marcharse, que aseguraba que le devolvería.

A su regreso volvieron a hablarse. "Entonces conozco a otra Heidi. Me cuenta realmente su vida, una faceta que yo no sabía, que había huido porque un jefe de las Maras. Vino a España porque su madre llevaba aquí 14 años, no se crió con ella. Pensaba que iba a acogerla pero no fue así. Me dijo que se fue a cuidar a unos niños, en casa de una azafata. Pero al acabar sus servicios como interna no tenía dónde vivir y se fue con su prima Marta Felipa. Le dijo que era guapa y resultona y que la podía meter a trabajar de escort en un piso que tenía en la calle Atocha, de chica de compañía, de prostituta. Ella no tenía dinero ni casa y se metió a trabajar en eso. En ese mundo se mueve mucha droga. Le ofrecieron empezar a trapichear con cocaína, dejó el tema del piso y se puso a buscar trabajo en la hostelería. Después me contó que fue avanzando, del trapicheo pasó a cosas más grandes. Se dedicaba con su grupo a dar vuelcos de cocaína. Yo no sabía si quería hacerse la independiente, dura o emancipada, lo que era verdad y lo que no", ha manifestado Román, culpando a esta organización de estar detrás del homicidio.

Prostitución, narcotráfico y prestamistas

Según el 'Rey del Cachopo', en mayo había acudido con Heidi a una reunión con unos supuestos prestamistas. "Me dijo que les conocía y fui a acompañarla para demostrar que tenía solvencia. Había pedido 9.000 euros para arreglar sus papeles y tenía la idea de traerse a sus niños de Honduras cuando terminaran el colegio", ha dicho, desvinculándose de esos supuestos negocios.

Afirma que en julio miembros de la banda secuestraron a la mujer y la trasladaron a un piso de la Comunidad de Madrid, donde con una pistola la intimidaron para reclamarle la devolucion del dinero.

El 13 de agosto asegura que un hombre le asaltó en una gasolinera buscando a la joven. No conseguía localizarla. "Sabes que nos pidió dinero, tenemos problemas y queremos hablar con ella. No me coge el teléfono, no me da respuesta", asegura que le dijo. Era uno de los supuestos miembros de la banda. Le preguntó si seguían juntos y le dijo que no.

Al día siguiente mantiene que se reunió otra vez con este hombre en una cafetería y que acudió un supuesto comisario de la Policía, escoltado por varios agentes vestidos de paisano. "¿Dónde está el material?, ¿dónde están mis 12 kilos?", le decía, al tiempo que observaba cómo sacaba una pistola automática negra y se la ponía en el estómago.

"Te vacío el cargador aquí y luego voy a por tu familia y le hago lo mismo. Tienes un plazo de 48 horas para saldar la deuda", ha leído directamente de la declaración que realizó en la fase de instrucción, como ampliación de su primer relato. "Después se fueron en dos coches. yo me quedé colapsado", ha dicho.

La Policía Nacional le detuvo en Zaragoza el 16 de noviembre de 2018. Había perdido 10 kilos y se había dejado barba para no ser reconocido. El 'Rey del Cachopo' ha asegurado que detrás de este crimen hay un grupo delictivo organizado. Asentados en localidades madrileñas como Ciempozuelos, en la provincia de Toledo o en Málaga mantiene que son los autores de al menos dos vuelcos a otras mafias, uno de ellos en la Cañada Real Galiana y otro en Villaverde-.

Afirma que les dan cobertura agentes de la Policía Nacional de las comisarías de Usera, Arganzuela y Móstoles. Señala que se trata de un grupo, muy peligroso y violento, por lo que ha exigido medidas de protección y seguridad para él, su exmujer y su hija.

El crimen

El 'Rey del Cachopo' asegura que el 5 de agosto fue la última vez que supo de Heidi, a las seis de la mañana. "Estaba en la plaza de Legazpi. Quería tomar una copa y le dije que me llamase otro día". Niega rotundamente que la joven fuera a su casa

"Lo he dicho un millón de veces. Si no la ví, no pude ni matarla ni besarla", ha dicho. Ha recordado que el teléfono de la mujer estaba apagado y ha culpado a la Policía de hacer mal su trabajo.

"Uno de los errores de base de esta investigación es crucial. A las 5:51 de ese día ella estaba con Miguel Sánchez, un mexicano con el que había quedado. La plaza de Legazpi es la segunda con más cámaras de seguridad de Madrid, después de plaza de Castilla pero esas imágenes no se han pedido ni se ha interrogado a ese hombre más que en una ocasión. Dice que se marchó y la dejó allí", ha subrayado.

"Ese día cogí un taxi en la puerta de mi casa hasta mi oficina, en la avenida de Andalucía número 11. El posicionamiento del GPS del taxi indica que me dejó en el número 9. La puerta del local tiene cinco llaves y había otra puerta más", ha mantenido, poniendo una vez más en duda la labor de los investigadores. La Policía cree que es donde trasladó el cuerpo de la víctima después de descuartizarlo, hasta la nave industrial en Usera, donde le prendió fuego.

"Un gran día"

"Es un gran día. Hoy va a contar la verdad de lo que ha sucedido", avanzaba Ana Isabel Peña la abogada del 'Rey del Cachopo', antes de comenzar la segunda sesión del juicio y su declaración. Lleva dos meses reuniéndose casi a diario con su defendido en la cárcel de Soto del Real, en la que lleva en prisión provisional desde que fue detenido.

"Puede estar viva", señalaba la letrada, haciendo alusión a la hondureña. "La madre de Heidi asegura 100% que el torso es de ella pero no está comprobado que ese cuerpo sea suyo, ni hay indicios para demostrar que él cometió el crimen", señalaba ante los medios.

Su estrategia procesal parece estar basada en confundir al jurado popular y acusar a terceras personas. "Tiene mucho que contar", señalaba. Ya había avanzado que la declaración iba a durar varias horas.

La Fiscalía solicita para él 15 años y cinco meses de prisión, mientras que la acusación particular ejercida por la familia de Heidi lo eleva a 25 años.

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