El Tribunal Criminal de Lisboa que juzgó a "El Solitario" le encontró hoy culpable por "reiterada" falta de respeto y "ofensa al honor" a varios de los guardias de la prisión lisboeta de Monsanto, en la que Giménez Arbe está recluido por el último y frustrado atraco de su carrera, cometido en Portugal en julio de 2007.
El preso español había denunciado a varios de sus carceleros por malos tratos pero estos le llevaron a su vez a los tribunales por "ofensas verbales" y mientras el primer juicio todavía sigue pendiente el segundo le ha supuesto una dura sentencia al atracador.
Tras conocer la sentencia, "El Solitario" dijo a EFE que sufría "malos tratos" y calificó su situación en Monsanto, como "vergonzosa", por la "continua" violación de los derechos humanos que ha padecido en la prisión lusa.
Su abogada, Lígia Borbinha, anunció que recurrirá la pena de cárcel y dijo estar sorprendida, ya que se esperaba una condena en forma de multa.
Las ofensas de Jiménez Arbe fueron proferidas el 7 y el 20 de agosto de 2008 durante el desarrollo de dos cacheos en la prisión de alta seguridad de Monsanto, en los que, según los carceleros, el reo les insultó de forma obscena.
Giménez Arbe, que aún tiene pendiente responder ante la justicia española de una treintena de atracos a mano armada, negó esas acusaciones, que achacó a diferencias lingüísticas y a mala interpretación de sus palabras, y se ratificó en sus quejas de ser víctima de malos tratos.
"El Solitario", con otros reclusos de Monsanto, había puesto primero una denuncia por malos tratos contra los carceleros aunque este juicio, convocado para el pasado 15 de enero, fue aplazado en dos ocasiones y quedó pospuesto al menos hasta octubre próximo.
Según dijo su abogada a los periodistas, Giménez Arbe fue "agredido en Monsanto por varios guardias" la semana pasada y quedó con marcas tras el incidente.
Borbinha se refirió al informe divulgado el jueves por el Comité para la Prevención de la Tortura (CPT) del Consejo de Europa, que recoge denuncias de malos tratos en Monsanto y otros centros penitenciarios de Portugal, y aseguró conocer al menos otros cinco caos de reclusos con quejas de "actos violentos" en esa cárcel.
El atracador español, de 53 años, fue condenado en diciembre pasado por la justicia lusa a siete años y medio de cárcel por intento de asalto a un banco de Figueira de Foz, a 195 kilómetros al norte de Lisboa, a cuyas puertas fue capturado en una operación conjunta de la policía portuguesa y española.
"El Solitario" fue enviado el año pasado temporalmente a España para que respondiera del más grave de sus delitos, el asesinato de dos guardias civiles que le costó la condena a 47 años, y no podrá ser extraditado hasta que cumpla su condena en Portugal.