La lucha de Llésica por la incapacidad absoluta tras pasar 22 veces por quirófano: "Vivo con miedo y con dolores. Me han enterrado en vida"
Esta vecina de Puerto Real ha pasado 22 veces por quirófano, vive usando pañales y ha perdido la movilidad de sus brazos
Llésica lucha por que el INSS le conceda la incapacidad absoluta ya que no puede llevar una vida normal por todas las secuelas que le dejaron las operaciones
CádizMás de 20 pastillas al día. Es la rutina de Llésica, una mujer de 46 años que vive en Puerto Real (Cádiz) y que ha pasado 22 veces por quirófano. En el año 2021 le detectaron cáncer de mama y le extirparon el pecho. Un año más tarde, le extirparon el otro pecho. Ahí comenzaba un calvario de dolores, infecciones e intervenciones quirúrgicas para esta gaditana.
Con casi 20 años cotizados, Llésica es autónoma y regentaba una peluquería que ha tenido que cerrar por motivos más que obvios. El resultado de tantas intervenciones ha sido nefasto para su cuerpo. Durante la entrevista cuenta que usa pañales a diario, que ha perdido la movilidad de ambos brazos, que sufre espasmos y que vive con unos intensos dolores que le imposibilitan hacer vida normal. "Es un infierno. No quiero salir de casa por si me hago pis encima, por eso llevo siempre doble pañal", lamenta entre lágrimas.
Pese a todo esto, se le ha denegado la incapacidad absoluta. Es por ello que solicita la reevaluación de su estado de salud al Instituto Nacional de la Seguridad Social tras asegurar que, en su último informe, no recogen muchas de sus patologías.
Vivir con miedo y dolores
"Yo quería seguir trabajando pero he perdido la movilidad en los brazos y la sensibilidad en las manos. Vivo con miedo y con dolores. Me han enterrado en vida", expresa con la voz entrecortada durante la entrevista.
Desde el organismo público se le ha concedido una baja permanente total, que no es lo mismo que la incapacidad absoluta ya que con esta última obtendría el 100% de la prestación y la liquidación de deudas. "No entiendo cómo no me la han dado porque solo me han valorado el pecho izquierdo. Ahora he presentado nuevas pruebas para solicitar una reevaluación", explica Llésica.
Tanto la afectada como su abogado han elevado la queja al Defensor del Pueblo Andaluz que les ha derivado al Defensor del Pueblo Español. La solución que les han propuesto es presentar un recurso excepcional al Tribunal Constitucional y una demanda, que ya interpusieron en verano. De momento, el señalamiento del juicio es para el 30 de junio de 2027 pero Llésica considera que es muy tarde ya que no sabe si quiera cómo estará en esa fecha.
Dos años de espera
"Parece que cualquier juicio y cualquier tontería es más importante que la vida y el sufrimiento de un ser humano", denuncia Llésica añadiendo que siente abandonada por la Seguridad Social. "Me siento fracasada y humillada. Creo que nadie se merece lo que me están haciendo", puntualiza.
Quedan dos años para el juicio y Llésica duda si llegara a esa fecha con vida. "Entre las operaciones que aún me quedan y cómo me encuentro, no creo que llegue. No puedo vivir así", expresa desanimada Llésica que reclama más celeridad en este procedimiento judicial.