Trasplantes

El cuerpo de Andrea está rechazando un trasplante que le hicieron cuando tenía dos años: "Mi historia es un poco rara"

El cuerpo de Andrea está rechazando un trasplante que le hicieron cuando tenía dos años: "Mi historia es un poco rara"
El cuerpo de Andrea está rechazando un trasplante de hígado. RRSS
Compartir

'Donar salva vidas'. ¿Quién no ha leído esto escrito en la pared de cualquier centro de salud? Tres palabras que solo cobran sentido cuando se conocen de cerca historias como la de Andrea. Esta joven de treinta años lleva toda una vida "sobreviviendo" a un problema hepático por el que le sometieron a un trasplante con apenas dos.

En sus segundas navidades, los padres de Andrea notaron que algo no iba bien. Su piel y sus ojos tenían un color amarillo muy alarmante y se dieron cuenta de que la pequeña se quejaba como si la piel le estuviese molestando. Podría haber sido alguna reacción alérgica, o alguna otra enfermedad común en bebés, pero no. Los médicos les dijeron que su hija estaba sufriendo un fallo hepático y que le quedaba unas horas de vida, días como mucho.

PUEDE INTERESARTE

Andrea no recuerda nada de este momento, pero sus padres sí: se acuerdan como si fuera ayer. Veían las horas pasar con miedo a que su hija no encontrase la segunda oportunidad que necesitaba hasta que apareció un donante que les cambiaría la vida a los tres. No lo dudaron, accedieron a que su hija recibiese un cacho de hígado de una persona. Fue uno de los momentos más duros para la familia. Con el tiempo le explicaron a Andrea qué le sucedió y por qué a ella.

"Un gen de mi padre y un gen de mi madre se unieron y provocaron en mi un fallo hepático cuando era pequeña". La enfermedad del hígado con la que nació Andrea es una condición genética que, a pesar de que sus padres no lo padezcan, su hígado era prácticamente inservible. Ella misma confiesa que su historia "es rara". Pudo pensarlo cuando sus padres le contaron que cuando era pequeña tuvo que recibir "un cachito de hígado de otra persona”. Ahí comenzó su segunda oportunidad para vivir.

PUEDE INTERESARTE

Cómo ha sido su vida desde entonces

Aunque ella no recuerda nada de ese momento, desde entonces ha seguido luchando para tener una vida como la de cualquier persona. “Mi vida ha sido normal y corriente, aunque intento cuidarme más. Por ejemplo, nunca he probado el alcohol, lo tengo prohibido. He salido de fiesta, he ido a la universidad, estuve estudiando en Canadá y ahora tengo mi pareja, estoy independizada, trabajo en la parte de marketing de una empresa. Tengo una vida normal, lo único que, lógicamente, tengo que cuidarme un poco más

La positividad siempre le ha acompañado, sobre todo en sus peores momentos. Porque no todo ha sido fácil. “Además del trasplante, me tuvieron que volver a operar porque se me descoló todo el aparato digestivo. He pasado también por una pancreatitis y hace unos años sufrí un rechazo por una negligencia médica por la que tuve que recibir un tratamiento de quimioterapia”. Recaídas, operaciones, tratamientos y muchas horas de hospital son algunas de las cosas con las que tiene que lidiar desde que era pequeña.

Fue operada por primera vez en el Hospital de La Paz y allí fue atendida hasta que cumplió 20 años. Con esa edad su vida infantil había terminado para dar comienzo a la etapa adulta. Un cambio que no es fácil cuando tienes un trasplante. Desde pequeña dice que no tuvo a alguien en el que verse reflejada. Nadie pudo resolverle las dudas que le generaba este proceso. "Yo en su momento tampoco pude tener una referencia para saber cómo era mi vida con un trasplante, si iba a poder tener trabajo, independizarme o tener pareja, por eso quiero ayudar yo misma a esos niños que necesiten las respuestas”.

Sufre un rechazo hepático

Aunque ha conseguido salir de todos esos momentos en los que parecía no ver el final del camino, Andrea está sufriendo rechazo del trasplante que le realizaron hace 28 años. Las preguntas que muchas veces han sonado en su cabeza y en la de su familia, vuelven a aparecer. ¿Por qué a ella? ¿Por qué ahora? ¿Y ahora qué? Ahora su cuerpo no está aceptando el órgano que le salvó la vida. Los motivos se desconocen, no es la primera vez que le pasa, había sufrido más rechazos unos años atrás. Los médicos están probando varios tratamientos para ver cómo reacciona su cuerpo. Y ella documenta estos cambios para entender lo que le está pasando.

Además de "sobrevivir a un rechazo de trasplante de hígado", ha creado un 'panel joven' junto con los profesionales del Hospital de La Paz para que los niños con trasplante de hígado tengan las respuestas que ella necesitó en su día: “Estoy eternamente agradecida al Hospital de La Paz, que es donde me realizaron el trasplante y donde me han llevado el seguimiento hasta los 20 años. Luego pasé al hospital de adultos, actualmente estoy siendo tratada en el Hospital Ramón y Cajal”.

“Nosotros queremos ayudar y concienciar de que no es lo mismo un trasplante infantil que un trasplante adulto. No es lo mismo cuando ya te pasan a la parte de adulto y te tratan como tal cuando en realidad no lo eres todavía. Desde el Hospital de La Paz organizamos jornadas, eventos, llevamos las redes sociales. Hemos ganado incluso un premio de la Comunidad de Madrid. Para mi este proyecto es la manera de darles las gracias, porque no tendré vida suficiente para hacerlo. Yo en su momento tampoco pude tener una referencia para saber cómo era mi vida con un trasplante, si iba a poder tener trabajo, independizarme o tener pareja, por eso quiero ayudar yo misma a esos niños que necesiten las respuestas”.