Denuncia en Alicante el falso robo de su cartera, que había perdido y lo quería ocultar a sus padres

Poner denuncias falsas tiene consecuencias legales si los hechos son inexistentes. Pues bien, un joven de 28 años y nacionalidad española denunció un robo con violencia que no sucedió. Por lo que fue detenido por simulación de delito.

Este caso del que ha informado la Policía Nacional de Alicante resulta curioso por los motivos que hay detrás de la presentación de la denuncia. Todo comenzó cuando el ahora arrestado acudió al Cuartal de la Guardia Civil en Sant Joan d'Alacant.

Relató que le habían robado la cartera a punta de pistola. Tal y como narró a los agentes, dos varones le asaltaron mientras paseaba por la calle. Le amenazaron con el arma en la nuca para después quitarle del bolsillo sus pertenencias.

Según especificó, tenía 1.130 euros y una tarjeta de crédito. También explicó que, tras sustraerle la cartera, escuchó cómo uno de los ladrones accionaba el disparador en tres ocasiones, sin que realmente saliese ninguna bala.

La supuesta víctima añadió que, antes de huir del lugar, los presuntos asaltantes le dieron un fuerte golpe en el costado y en la pierna. Entonces, perdió el equilibrio y cayó al suelo, golpeándose la cabeza.

Su caso fue remitido a la Comisaría Provincial de Alicante, por haberse producido en la demarcación policial a la que correspondía investigar lo ocurrido. El chico llegó a describir a uno de los sospechosos, en concreto al que le encañonó.

No aportó datos del otro individuo. Los policías empezaron con sus pesquisas para identificar, localizar y arrestar a los supuestos autores del robo. Sin embargo, tras las primeras comprobaciones, no hallaron ningún indicio que confirmase la realidad de los hechos.

Por tanto, el joven volvió a ser citado en dependencias policiales para escuchar de nuevo su versión de lo sucedido. Querían saber si tenía más detalles que aportar acerca de los asaltantes o las circunstancias del atraco.

Los agentes observaron incoherencias en su relato y le advirtieron sobre las denuncias falsas. Finalmente, acabó reconociendo que se lo había inventado todo. La razón que dio fue que no quería que sus padres se enterasen de la verdad.

Resulta que había perdido su cartera, pero no deseaba que, al contarle esto a sus progenitores, pensaran que era mentira y que, realmente, se había gastado el dinero en apuestas. Ya que admitió sufrir problemas de ludopatía.

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