Anita termina completamente rota tras perder el titánico duelo contra Nieves Bolós en la prueba: "Estoy muerta de hambre"

Nieves Bolós y Anita viven un intenso duelo en el juego de recompensa: "No podéis tener contacto entre vosotros"
Laura Madrueño pausa el duelo entre Manuel y Montoya en la prueba: "Tenéis que jugar limpio"
Los supervivientes confiesan cuáles son sus primeras impresiones sobre el histórico cambio de grupo
Los concursantes se iban a enfrentar a una dura prueba por una recompensa de manera individual durante 'Supervivientes: Tierra de nadie', en la que, por duelos, iban a tener que conseguir llevarse dos banderas atados a un pesado arnés.
"Todos los ganadores de los duelos de esta noche podrán disfrutar de esta increíble recompensa, los que se han hecho por los pesos actualizados", les explicaba Laura Madrueño y les mostraba la recompensa: dos tortillas de patata con pimientos.
Nieves Bolós y Anita eran dos de las que se enfrentaban a este reto como duelo, las que protagonizaban una intensa lucha titánica en la arena para intentar conseguir primero la bandera, pero Laura Madrueño pausaba el juego: ·La organización me pide que vayáis las dos atrás, vamos a volver a iniciar el duelo y no vais a poder tener contacto entre vosotras".

Por tanto, ambas tenían que empezar y, finalmente, Nieves Bolós era la vencedora, lo que hacía que Anita se acabara rompiendo por completo cuando veía a sus compañeros comerse la recompensa: "Estamos muertos de hambre". La que recibía el animo de Carlos Sobera desde el plató.
El intenso duelo entre Montoya y Manuel
Pero este no iba a ser el único duelo intenso de la prueba. Los últimos en enfrentarse eran Montoya y Manuel, los que salían a por todas para poder comer, protagonizaban un duro duelo entre ellos en la arena, el que también paraba la presentadora.

"Por favor, volver atrás. Damos este duelo por inválido, tenéis que jugar limpio, me pide la organización que repitamos el duelo, no vais a poder tener contacto entre vosotros", les pedía Laura Madrueño, en un duelo que, finalmente, ganaba Montoya.

