Carmen pierde los nervios con Ricky ante la desesperación por encontrar a su hijo Pablo: "¡Me has mentido!"

Así ha sido el tenso reencuentro de Carmen y Ricky tras las últimas novedades en el caso
Carmen viaja en secreto para encontrarse con su hijo Pablo y todo da un gran giro: “No quiero que nadie rompa mi familia”
Carmen lleva nueve años luchando por encontrar a su hijo Pablo. Y es que, por más que parecen acercarse, siempre hay algo que termina frenando su mayor deseo: recuperar a su hijo. Su último intento pasó por viajar hasta Qatar en su búsqueda. Allí tuvo una tensa conversación con Ulahabi y, posteriormente, un presunto reencuentro con su hijo.
Ulahabi trazó un plan y Carmen no se encontró realmente con su hijo. Por ello, las pruebas de ADN que no dudó en pedir han dado un resultado negativo, algo que ha sumido a Carmen en la desmoralización total.
Su conversación con Santiago Abad
En su vueta a España, se ha mostrado totalmente desolada al verse de nuevo con Santiago y le ha confesado cuál es su teoría: "Es mucho más fácil pensar que Ricky nos ha mentido. Y aceptarlo. Igual ha oído hablar de otro niño..". Y, antes de marcharse de su despacho, le ha dejado claro cuál es su postura: "Si lo tiene Ulahabi, posiblemente Pablo sea muy feliz, mucho más que conmigo. Al fin y al cabo yo dejé que me lo robaran. No puedo más".
El momento más tenso de Carmen
Lo que Carmen no esperaba era que Ricky se presentara en su casa acompañando a Ousman. Al verle aparecer, Carmen se ha levantado muy seria y no ha dudado en preguntarle: "¿Qué haces tú aquí?".
"¿Tú qué les has dicho a Sebas y a Santiago? Porque me han tratado como si siguieran sospechando de mí", le ha respondido él. Y ella le ha contestado con una nueva pregunta: "¿Por qué me mentiste?".
Y, aunque él le ha asegurado que no mintió, ella se ha visto superada por la situación y ha perdido los nervios mientras le empujaba en varias ocasiones: "¡Me has mentido, hijo de p***! ¿Dónde está Pablo? ¡Dime la verdad! ¿Dónde está su cuerpo? ¡Dímelo!".
Él le ha repetido una y otra vez que no lo sabe, pero ella ha caído al suelo y, de rodillas, le ha suplicado una vez más antes de que él abandonara su casa: "Necesito saberlo, por favor. Necesito descansar, necesito enterrarle. Por favor, dímelo".

