Jesús Calleja se enfrenta por primera vez a un 'scape room' y hace equipo con una mujer anciana: así ha sido su momentazo
El presentador y María han protagonizado un juego de lo más divertido
La reacción de Jesús Calleja al descubrir la casa semiderruida de Félix y Martín: "No está en condiciones para vivir"
El segundo programa de 'Volando voy, volando vengo' ha sido grabado ni más ni menos que en Huerta de Arriba, en plena Sierra de la Demanda. Jesús Calleja ha viajado hasta Burgos con todo su equipo con el objetivo de reacondicionar la vivienda semiderruida de Félix y Martín, dos hermanos con pocos recursos y gran corazón queridos por todo el pueblo.
Pero, mientras se reformaba la casa de estos dos hermanos, Jesús Calleja aprovechaba para conocer a más vecinos de la zona. En su visita a Palacios de la Sierra, el presentador ha acudido al nuevo negocio de unos jóvenes emprendedores, un negocio "que nadie entiende". Así que Jesús no ha dudado en visitarlo dispuesto a resolver el enigma.
Al entrar ha descubierto que no estaba solo. Allí le esperaba una mujer sonriente que le daba los buenos días: "Me alegro mucho de conocerle", le decía. María, que así se llama, le ha intentado explicar de qué se trataba todo aquello: "Hay unas galerías y unas cosas más raras...", decía. Pero pronto descubrían que tenían algo en común: ¡era la primera vez que ambos iban a hacer un 'scape room'!
Jesús Calleja: "¡Qué original!"
Y, sin hacerles esperar mucho más, comenzaba el juego. Juntos, disfrutaban de un rato de diversión en el que no faltaron las risas. Poco a poco iban logrando los objetivos, avanzando y consiguiendo estar más cerca de la misión final: hacerse con un amuleto. Hasta que, finalmente, juntos han logrado llegar hasta el final.
Al abrirse la última puerta, allí se encontraban Marc y Laura, los propietarios del negocio: "¡Qué maravilla! Ha habido un momento que he estado un poco aojona**. ¡Qué original! Y esta mujer es una maravilla", confesaba Jesús al encontrarse con los creadores del 'scape room'. Una experiencia única y compartida en una compañía inmejorable.