Así es Bucklebury Manor, el refugio de Kate Middleton durante su lucha contra el cáncer
Bucklebury Manor está situada en el pintoresco pueblo de Bucklebury, a 45 minutos en coche de la residencia de los príncipes de Gales
Esta propiedad fue adquirida por Carole y Michael Middleton en 2012 por aproximadamente 5,6 millones de euros
La esposa del príncipe Guillermo encontró en esta mansión el entorno ideal para afrontar su tratamiento de quimioterapia
En el corazón de Berkshire, Inglaterra, se encuentra Bucklebury Manor, una majestuosa mansión que ha sido testigo de innumerables momentos significativos en la vida de la familia Middleton. Esta propiedad, adquirida por Carole y Michael Middleton en 2012 por aproximadamente 5,6 millones de euros, se ha convertido en todo un refugio para su hija, Kate Middleton, especialmente durante su lucha contra el cáncer.
Situada en el pintoresco pueblo de Bucklebury, a unos 80 kilómetros al oeste de Londres, Bucklebury Manor se asienta en una extensa finca de 18 acres -alrededor de 72.800 metros cuadrados-.
La propiedad, de ladrillo rojo y tejado de pizarra, cuenta con siete amplias habitaciones, una cocina, un salón y una biblioteca repleta de historia. Los terrenos que rodean la mansión poseen una piscina al aire libre, una cancha de tenis, numerosos jardines e incluso su propio arroyo.
Construida alrededor de 1830, Bucklebury Manor ha sido considerada una propiedad de "interés especial" en Reino Unido, lo que implica que cualquier modificación requiere una aprobación previa para preservar su valor histórico. Originalmente, la mansión pertenecía a la familia Winchcombe, quienes, tras perder su residencia principal en un incendio, reconstruyeron la propiedad y la denominaron 'La cabaña', nombre que después cambió a 'Bucklebury Manor'.
Para Kate, Bucklebury Manor ha representado más que una simple residencia familiar. Ha sido un santuario de paz y recuperación. Tras su diagnóstico de cáncer en marzo de 2024 -ahora se encuentra en remisión-, la esposa del príncipe Guillermo encontró en esta mansión el entorno ideal para afrontar su tratamiento de quimioterapia. Lejos del foco mediático y las exigencias de la vida real, pudo concentrarse en su salud, rodeada del apoyo incondicional de sus padres.
"Carole fue la enfermera jefe mientras Kate recibía quimioterapia y Michael ha estado ayudando a cuidar de los niños", confesó una fuente cercana a los Windsor a 'Majesty Magazine'.
A solo 45 minutos en coche de Adelaide Cottage, la residencia oficial de los príncipes de Gales, la mansión ha permitido a Kate mantenerse cerca de su esposo y de sus tres hijos, George, Charlotte y Louis.
No es la primera vez que Middleton recurre a la mansión familiar de sus padres para refugiarse. Durante su embarazo del príncipe George, así como después del parto, tanto ella como Guillermo se retiraron a allí mientras se acostumbraban a su nueva vida como padres primerizos.
Así, esta residencia ha sido escenario de numerosos eventos históricos para los Middleton. En 2017, Pippa Middleton, hermana de Kate, celebró su boda en esta propiedad, consolidándola como un lugar de reunión y celebración familiar. Además, ella y su esposo, James Matthews, suelen visitar la mansión con frecuencia.
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