El motivo por el que la reina Isabel II rechazó acudir a la boda de su hijo Carlos III y Camilla
El 9 de abril de 2005, el entonces príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles decidieron convertirse en marido y mujer
La difunta Isabel II rechazó acudir a la ceremonia, una decisión que no estuvo exenta de polémica
Así fue la boda de Carlos III y Camila hace 20 años
Hace dos décadas, el 9 de abril de 2005, el entonces príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles decidieron dar un paso más en su relación convirtiéndose en marido y mujer en una ceremonia civil en el Ayuntamiento de Windsor. Un magno acto que estuvo marcado por las ausencias de la reina Isabel II y el príncipe Felipe. De aquello se cumplen ahora 20 años.
La difunta Isabel II rechazó acudir a la ceremonia civil, una decisión que no estuvo exenta de polémica, sumándose a la lista de escándalos que rodeaban a Carlos III.
La relación entre Carlos y Camilla estuvo marcada por controversias desde el principio. Tras su divorcio con Lady Di y su posterior fallecimiento y años de especulaciones y una historia compartida que se remontaba a la década de 1970, los ahora reyes de Reino Unido decidieron casarse en una ceremonia civil. Una elección poco común para miembros de la familia real británica.
La ceremonia tuvo lugar en el Ayuntamiento de Windsor, con la presencia de escasos 28 invitados, entre ellos, los hijos de ambos: el príncipe Guillermo y el príncipe Harry por parte del 'royal' y Tom Parker Bowles y Laura Lopes por parte de ella. Pero la reina declinó la invitación.
La ausencia de Isabel II en el enlace civil fue justificada: se debía a su rol como cabeza de la Iglesia de Inglaterra. La monarca consideró que su presencia en la boda civil de dos personas previamente divorciadas podría ser inapropiada, dado que la iglesia desaconseja el divorcio y las segundas nupcias.
Sin embargo, la reina y el príncipe Felipe sí asistieron a la celebración religiosa en la Capilla de San Jorge y posteriormente en una recepción en el Castillo de Windsor, mostrando así su apoyo a ambos.
Cabe recordar que, en contraste, la boda del príncipe Carlos con Lady Di en 1981 fue un evento de gran magnitud que fue celebrado en la Catedral de San Pablo, con la asistencia de numerosos dignatarios y una amplia cobertura mediática. En aquella ocasión, la reina Isabel II sí estuvo presente.
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