Kate Middleton y el príncipe Guillermo se protegen: la norma que han impuesto para garantizar más seguridad en su casa
La decisión de los príncipes de Gales coincide con la publicación del informe anual de finanzas reales, donde por primera vez se ha omitido un detalle
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El príncipe Guillermo y Kate Middleton continúan marcando su propio rumbo dentro de la monarquía británica. Desde que se instalaron en Adelaide Cottage, una finca ubicada en los terrenos de Windsor, los príncipes de Gales han apostado por una vida más sencilla, más íntima, y, ahora también, más protegida.
Prueba de ello es una nueva norma que han impuesto para garantizar mayor seguridad a su vida. En concreto, limita la información pública sobre el personal que trabaja en su entorno más cercano.
Esta decisión coincide con la publicación del informe anual de finanzas reales, correspondiente al periodo de abril de 2024 a marzo de 2025, donde por primera vez se ha omitido el desglose detallado de empleados, rompiendo así con una tradición de años que el rey Carlos III había mantenido.
El informe sí confirma que la familia cuenta actualmente con 68 trabajadores a su servicio, dos más que en el ejercicio anterior, pero no especifica en qué roles se desempeñan. En informes anteriores, se incluía un detalle más minucioso que abarcaba desde el número de asistentes personales hasta jardineros y cocineros.
Problemas con su seguridad
Este cambio, responde al deseo de los futuros reyes de Reino Unido de preservar la seguridad de su familia y del personal, en un contexto en el que la amenaza a la privacidad ha crecido. Recordemos que el pasado mes de junio su seguridad se vio comprometida tras la detención de un individuo cerca de Adelaide Cottage al colarse en los terrenos de Windsor.
Este giro hacia una mayor discreción llega también tras un susto ocurrido en octubre de 2024, cuando dos individuos encapuchados irrumpieron en una granja dentro del perímetro de Windsor, muy cerca de su casa. Aunque no se acercaron a la residencia de los príncipes, el incidente encendió las alarmas y provocó una revisión de los protocolos de seguridad, motivando en parte, junto con el otro incidente, esta nueva norma de confidencialidad.
El informe económico
En paralelo, el informe económico aporta otros datos significativos. Aunque el príncipe Guillermo no está legalmente obligado a pagar impuestos sobre los ingresos procedentes del Ducado de Cornualles, ha mantenido su compromiso voluntario de hacerlo con el tipo más alto sobre la renta. No obstante, esta vez no se ha hecho público cuánto ha pagado exactamente en concepto de impuestos, algo que sí hizo el rey Carlos en informes anteriores.
Lo que sí se sabe es que los ingresos generados por el ducado durante este último año han alcanzado cerca de 27 millones de euros, 3 % menos que en el periodo anterior, una suma que financia no solo a la familia de Guillermo y Kate Middleton, sino también algunas de sus actividades oficiales y fundaciones.
Su vida en Adelaide Cottage
Construida en 1831 como residencia para la esposa del rey Guillermo IV, esta vivienda ha sido renovada para acoger a los príncipes y a sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, de forma más modesta. De hecho, la casa cuenta con solo cuatro habitaciones, y la pareja ha decidido no tener mayordomo interno, aunque sí una niñera, la española María Teresa Turrión.
Además de su estilo de vida sencillo, el matrimonio ha optado por una movilidad ecológica dentro de los terrenos reales. Se ha visto a Guillermo desplazarse por Windsor en patinete eléctrico, y en ocasiones, lo ha hecho acompañado por sus hijos.
La mudanza a Adelaide Cottage en 2022 marcó un punto de inflexión para el hermano del príncipe Harry y su esposa. Dejaron atrás el bullicio de Londres y el Palacio de Kensington para apostar por un entorno más tranquilo, más natural y, sobre todo, más familiar. El colegio Lambrook, donde estudian sus hijos, está a poca distancia, y el estilo de vida en Windsor permite mantener un perfil más bajo sin renunciar a sus funciones institucionales.
De este modo, la decisión de Guillermo de reducir la información pública sobre el personal puede leerse como un intento por reforzar ese equilibrio entre su papel como futuros monarcas y su deseo de ser una familia que también tiene derecho a cierta normalidad.