Casa real

Así es Son Vent, el refugio de los reyes Felipe y Letizia y sus hijas en Mallorca en el que nunca han sido fotografiados

Los reyes Felipe y Letizia en Marivent. EP
  • Son Vent es el hogar veraniego de los reyes y sus hijas, diferenciándose de Marivent, donde suelen permanecer la emérita y sus allegados

  • Es un espacio autónomo y reservado, lo que explica por qué apenas hay imágenes del edificio y se mantiene alejado del foco mediático

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Cada verano, los reyes Felipe VI y Letizia trasladan su residencia oficial vacacional a Mallorca. Aunque Marivent es el nombre que siempre resuena en los medios, su auténtico refugio privado es Son Vent, joya mallorquina de gran relevancia para la monarquía española.

Desde los años 70, la familia real se ha desplazado en esta época del año a Mallorca, y tradicionalmente lo hacía al Palacio de Marivent, donado en 1973 por el Gobierno Balear. Pero en 1992, y tras un proceso de cesión por parte del Ejército del Aire, el entonces príncipe Felipe recibió el "sitio de viento" -Son Vent- como un espacio independiente dentro de la misma finca. No fue hasta 1999 cuando el hijo de los reyes Juan Carlos y Sofía pudo hacer uso de la masía, que ya había sido cedida años antes.

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Desde entonces, Son Vent ha sido el hogar veraniego de los reyes y sus hijas, diferenciándose de Marivent, donde suelen permanecer la emérita y sus allegados.

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Ubicación, dimensiones y detalles

Situada en Cala Major, sobre un acantilado con vista al mar, muy cerca de la estación naval de Porto Pi, está rodeada por muros blancos, una verja verde, pinos, palmeras y árboles frutales típicos como limoneros e higueras. La arquitectura preserva el estilo tradicional: tejado a cuatro aguas, porche alrededor y una construcción que integra la masía en el entorno natural.

Cuenta con aproximadamente entre 650 metros cuadrados habitables, más sótano y buhardilla. En la planta baja se encuentra el salón‑comedor con terraza panorámica, biblioteca, cocina moderna y dormitorio principal. En planta alta hay hasta ocho habitaciones y varios baños, algunos en suites.

Asimismo, posee amplios jardines con piscina junto a un antiguo pozo, porche y zonas de descanso con hamacas. Una de las zonas más destacables es el jardín con flora característica de Mallorca y olivo centenario, regalo del Ayuntamiento de Palma tras la boda de los reyes, así como el huerto propio creado por Doña Letizia tras su boda y el acceso directo al mar y al puerto.

Alejado del foco mediático y reformas

Aunque está totalmente dentro del recinto de Marivent, es un espacio autónomo y reservado, lo que explica por qué apenas hay imágenes del edificio y se mantiene alejado del foco mediático, convirtiéndose en el refugio de Felipe y Letizia junto a sus hijas en verano en el que jamás han sido fotografiados.

Para convertir la residencia en lo que es ahora, Sus Majestades han realizado varias reformas. Una de las primeras se hizo a finales de los 90, tras la cesión formal, para adecuar la construcción heredada del Ejército del Aire.

Aunque la gran reforma llegó en 2004, impulsada por Letizia, con una inversión cercana a medio millón de euros, según trascendió. Se renovaron electricidad, aire acondicionado, cocina, baños, y se mejoraron jardines y piscina.

A lo largo de estos años, también se han realizado mantenimientos periódicos para adaptarse al entorno marítimo -como la humedad- intentando conservar la estética original.