Los motivos por los que ningún monarca británico, excepto ahora el rey Carlos III, ha rezado junto a un papa en 500 años
El rey Carlos III rompe una tradición de casi cinco siglos al compartir una oración con el papa León XIV en su visita de Estado a la Santa Sede
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Este 22 de octubre marca un antes y un después en la historia de la monarquía británica y la Iglesia católica: el rey Carlos III se convierte en el primer monarca británico reinante en rezar públicamente junto a un papa.
El hijo de la difunta reina Isabel II se reúne este miércoles con León XIV en una ceremonia sin precedentes organizada en la Capilla Sixtina del Vaticano. Un gesto con el que Carlos III rompe así una tradición de casi cinco siglos desde la ruptura entre la Corona británica y Roma.
La polémica que se ha girado en torno a su encuentro no ha pasado desapercibida. Como cabeza de la Church of England, el padre del príncipe Guillermo ostenta el título de 'Supreme Governor' (Gobernador Supremo) de la institución anglicana, enlace directo con la Reforma iniciada por su antecesor, Enrique VIII, en 1534.
Que ahora un soberano británico participe en un rezo conjunto con un sumo pontífice fractura todos los esquemas que, a lo largo de los últimos cinco siglos, Buckingham ha mantenido intactos. La reina Camila también forma parte de esta histórica visita de Estado a la Santa Sede.
¿Por qué ningún otro monarca lo había hecho antes?
Para entender la magnitud de este evento, hay retroceder al siglo XVI. En 1534, Enrique VIII proclamó el Acta de Supremacía, por la que se declaraba jefe de la Iglesia de Inglaterra, rechazando la autoridad del papa. Esa ruptura sentó las bases de una interminable separación entre la Corona británica y la Iglesia católica.
El antiquísimo rey británico llegó a esa conclusión tras el intento frustrado de Roma de anular su matrimonio con Catalina de Aragón, algo a lo que el entonces papa Clemente VII no accedió.
Desde entonces, no existe constancia de que un soberano de Reino Unido haya compartido un momento de oración en uno de los enclaves más importantes del cristianismo.
Sí se han producido, en cambio, encuentros sin oraciones. La reina Isabel II es el gran ejemplo: siendo ya soberana, se reunió con Juan XXIII, Juan Pablo II, Benedicto XVI y el papa Francisco. También el mismo Carlos III.
Aunque es la primera vez que el padre del príncipe Harry reza junto al papa, se trata de la sexta ocasión que se reúne con uno de ellos. El monarca ya ha mantenido encuentros privados con San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco.
En total, cinco visitas como príncipe de Gales, la primera de ellas el 29 de abril de 1985 con la difunta princesa Diana, y una como rey, el pasado 9 de abril, pocos días antes del fallecimiento del papa argentino.
Sin embargo, nunca se había producido un gesto tan directo de oración compartida entre un rey británico y un pontífice. Y es que la doctrina de supremacía real y la tradición anglicana limitaron durante siglos la participación pública del monarca en ceremonias católicas en suelo romano.
Motivos del cambio
El contexto de este primer rezo público radica en varias razones. Por un lado, estamos en el año jubilar de la Iglesia católica, lo que suele propiciar gestos de reconciliación. Por otro, el propio Carlos III ha mostrado desde su ascensión su interés de unificar comunidades religiosas.
Cabe recordar que el pasado mes de septiembre, los Windsor celebraron el primer funeral católico en Buckingham en casi medio siglo. En concreto, el de la duquesa de Kent, último miembro más longevo de la familia real. Esto ya reflejó la posición de Carlos III.
Qué va a ocurrir este 22 de octubre
La llegada de Carlos III y Camila al Vaticano está prevista los días 22 y 23 de octubre. El momento clave tendrá lugar cuando el monarca sea recibido por León XIV en la biblioteca privada del Palacio Apostólico, seguido de una reunión con el cardenal secretario de Estado y otros responsables vaticanos.
En la Capilla Sixtina se celebrará un servicio ecuménico que reunirá, además de la liturgia católica, a representantes de la Iglesia anglicana y otras confesiones cristianas. Allí, Carlos III rezará junto al papa.
Asimismo, visitarán la Basílica de San Pablo Extramuros, donde el rey será investido con el título honorífico de 'Royal Confrater' -hermano real- de la abadía que acompaña a la basílica, y se le asignará un asiento con su escudo para él y sus sucesores.