El crimen de Almonte, marcado por el análisis de nuevas pruebas de ADN 12 años después: "Queremos saber la verdad"

La crónica negra de España deja numerosos casos en los que las familias de las víctimas nunca vieron al asesino entre rejas. En Madrid, el crimen de Miriam Vallejo sigue sin estar resuelto después de seis años. En Valladolid, la familia de Esther López sigue pidiendo justicia desde hace tres años. Y en Huelva se recuerda el crimen de Almonte, del que se cumplen justo 12 años este domingo y cuya instrucción sigue abierta.

Miguel Ángel Domínguez, de 39 años, y su hija María, de ocho, fueron asesinados el 27 de abril de 2013 con 151 puñaladas. La niña se llevó la peor parte, recibiendo 104 cuchilladas. Ambos fueron atacados entre las 21:00 y las 22:00 horas en su propia casa, ubicada en la avenida de los Reyes de Almonte, por un individuo que ni rompió una ventana ni forzó la cerradura. La exmujer del padre y madre de la niña, Marianela, no estaba en el domicilio porque se había mudado sola apenas 19 días atrás. Desde hacía más de un año mantenía una relación sentimental con Francisco Javier Medina, quien trabajaba en el mismo supermercado que ella y Miguel Ángel y, aunque todavía no vivían juntos, ya hacían planes de pareja.

Las autoridades investigaron lo ocurrido y determinaron que se trataba de un crimen pasional porque el asesino o asesinos no se llevaron ni dinero ni ningún objeto. Tras recopilar una serie de indicios, detuvieron a Francisco Javier como presunto culpable en junio de 2014, 13 meses después del crimen. Los guantes que usó el asesino para limpiar en el lavabo del baño coincidían con los del supermercado en el que trabajaba. Además, se hallaron unos restos de ADN que acabaron por abordar su arresto. El almonteño estuvo más de tres años en prisión provisional y, tras la celebración de un juicio en 2017 a través de un jurado popular se determinó que no era culpable, por lo que fue absuelto y quedó en libertad en 2018. Posteriormente, el Supremo confirmó su absolución.

El abogado de la familia de las víctimas: "Hay unas diligencias que siguen analizándose"

En este punto, el actual abogado de la acusación, José Ignacio Bidón y Vigil de Quiñones, solicitó continuar con las investigaciones y el juez accedió a conceder prórrogas hasta que se determine quién fue el responsable. "La instrucción no está cerrada. La causa contra Francisco Javier está archivada, ya fue juzgado y tiene derecho a la presunción de inocencia, pero hay unas diligencias previas que siguen analizándose, porque alguien dio aquellas cuchilladas", explica al portal web de Informativos Telecinco el letrado que representa a la familia de las víctimas y que ofrece las novedades del caso.

La UDICO practicó una serie de pruebas de ADN a determinadas prendas y los primeros resultados no apuntaron a ninguna persona que no fuera el padre, la hija y la madre, según comenta Bidón. No obstante, en una manta se halló ADN que corresponde con el perfil de un posible sospechoso, determinado como "varón A", cuya identificación no pudo ser confirmada. Todo ello se plasmó en un informe.

Ante estos datos, el letrado ha recibido la autorización del juez para que se investigue en un informe complementario a quién pertenece ese perfil del varón en la manta y si es un contacto directo o una transferencia, como consta en un documento oficial al que ha tenido acceso este medio. El abogado de Bufete Bidón también pide comparar ese perfil con bases de datos de personas condenadas (CODIS) y otras pruebas sofisticadas, como determinar los códigos STR (short tandem repeats) que puedan hallarse en las prendas analizadas en el caso y los haplotipos (conjunto de genes que se heredan juntos de un solo progenitor) de todos los perfiles que estén presentes en las muestras. En definitiva, "se están analizando nuevas pruebas de ADN en la actualidad".

La UDICO tiene pendientes "numerosas pericias", el análisis de las nuevas pruebas lleva tiempo

Bidón asegura que la UDICO tiene pendientes "numerosas pericias de este tipo", por lo que cada una acarrea unos "seis meses". El análisis lleva tiempo. Ahora, ¿qué ocurrirá cuando se determine a quién pertenece la prueba de "varón A" o si se hallan perfiles de terceros? "Si el perfil pertenece a una persona que no había sido investigada y se determina que puede ser el culpable, se le prestaría declaración y podría haber un nuevo juicio", explica el abogado, que no descarta otros escenarios. Porque también, en caso de que tuviera que valorar el pedir revisar una sentencia absolutoria si apareciera una prueba reveladora, el único mecanismo posible, conforme el sistema penal español, es acudir al fiscal del Tribunal Supremo o fiscal general del Estado. No obstante, precisa, "la doctrina mayoritaria española considera que las sentencias absolutorias no pueden ser revisadas. Solo hay cabida para las condenatorias".

Los vecinos que vivían al lado de la casa en la que se produjeron los hechos aseguraron haber escuchado discutir a dos personas almonteñas y gritar a una niña. Que un testigo identificara a dos personas del mismo lugar fue llamativo para las autoridades. Además, amigas de Marianela, según 'Diario de Cádiz', aseguraron que Francisco Javier rompió su relación con su expareja y que le exigió a ella alejarse de Miguel Ángel, pero que ella no quería porque quería llevarse bien y estar cerca de su hija.

Francisco Javier se defendió con voz propia y aseguró que "se han equivocado" con él. El crimen de Almonte sigue sin resolverse 12 años después y la localidad onubense "sigue dividida" respecto a este suceso, destaca Bidón, que afirma que "la familia quiere olvidar, pero no puede". "Todos estamos desgastados, incluida la Guardia Civil. Pero queremos saber la verdad", sentencia el letrado.

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