Mario Sanz se jubila: el último farero de Almería, apaga su luz tras 33 años mirando al mar
Mario Sanz se jubila tras 33 años en el Faro de Mesa Roldán, convirtiéndose en el último farero en activo de Almería y uno de los pocos que quedan en España
Consciente de que su profesión se extingue, ha impulsado la Asociación Amigos del Faro de Mesa Roldán y sueña con que el edificio se transforme en museo
AlmeríaHace más de tres décadas, un joven de Vallecas llamado Mario Sanz aprobaba una oposición estatal que lo llevaría a cumplir el sueño de vivir frente al mar y cuidar de su luz. En 1992, tras dos años de espera, llegó a Carboneras, en Almería, y comenzó a trabajar en el Faro Mesa Roldán, en el corazón del Parque Natural de Cabo de Gata. Lo que no sabía entonces era que se encontraba ante el final de una era. Solo cinco meses después de su incorporación, la profesión de farero sería declarada extinta.
Desde entonces, Mario ha sido testigo de cómo la tradición se transformaba. Si antes encender un faro requería mecha, aceite de oliva y un equipo de dos personas, él lo ha hecho solo, supervisando hasta tres faros gracias a la automatización: Mesa Roldán, Cabo de Gata y Mojácar, todos en la provincia almeriense.
El faro de Mesa Roldán, el suyo, da luz a 23 millas náuticas de alcance, o lo que es lo mismo, a unos 40 kilómetros de distancia. Esa es la teoría, pero la experiencia de Mario le ha enseñado que "en condiciones meteorológicas favorables, la luz puede llegar a iluminar hasta 70 kilómetros", dice orgulloso de sus posibilidades.
Su trabajo nunca ha sido el de custodiar la luz nocturna, porque incluso su sombra podía confundir a los barcos. Su labor ha consistido en mantener la historia viva, conservar los edificios, las lámparas y cada pequeño detalle que un faro guarda. Labores de mantenimiento para que nada fallase cada vez que la luz del sol se escondiese.
Cada amanecer frente al Mediterráneo, Mario sentía que su misión era preservar un patrimonio que, de otra manera, desaparecería: "siempre supe que si no lo hacía yo, todo se acabaría".
Mario se jubila
Un temor que llega, porque Mario cuelga las botas para jubilarse. Este sábado 27 de septiembre cumple 65 años, por lo que el viernes es su último día de trabajo y tendrá que despedirse de su faro. Adiós al último farero de Almería (hay otro compañero que lleva un largo tiempo de baja) y a uno de los últimos de todo un país: "no quedan más de 15 fareros en España", asegura un tanto nostálgico.
Pero aún tiene a lo que agarrarse esta profesión en peligro de extinción. Porque este almeriense adoptivo, consciente de que la historia podía desaparecer, desde sus primeros meses en Mesa Roldán comenzó a recopilar cartas, objetos, aventuras y recuerdos que podrían narrar la vida de un faro.
Una asociación y un museo para el faro
Hoy, esos recuerdos forman el corazón de la Asociación Amigos del Faro de Mesa Roldán, que ya cuenta con casi 700 miembros. Entre todos luchan para que se les permita mantener vivo el legado que Mario ha ido generando todos estos años: "me gustaría que el edificio que ha sido mi casa todo este tiempo se convierta en un museo que el público pueda visitar", lanza a modo de último deseo antes de convertirse en pensionista.
Él, junto a los integrantes de la asociación, se encargaría de todo, pero la Autoridad Portuaria tiene que autorizarlo. Y en eso está entregado ahora. Conseguir un lugar donde la luz siga brillando y guiando a turistas que quieran conocer un poco más de una profesión que está a punto de desaparecer. Esta semana Mario apaga por última vez la luz de su faro.