Cuando el amor no basta para tener derechos: la lucha de Gloria por una pensión de viudedad

Gloria y Ramón junto a su hija
Gloria y Ramón junto a su hija. Redacción Andalucía
  • Tras la muerte de su pareja y sin estar casada ni registrada como pareja de hecho, Gloria lucha por conseguir la pensión de viudedad, defendiendo los derechos de miles de parejas estables en España

  • La historia de Gloria, que vivió 13 años junto a Ramón, visibiliza la lucha de la asociación Viudedad Igualdad por el reconocimiento de sus derechos

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MálagaGloria López tiene 59 años y vive en Vélez-Málaga. Su vida cambió de golpe hace nueve años, cuando murió su pareja, Ramón, dejando tras de sí un vacío imposible de llenar y una hija de apenas 12 años. De repente un día sus ilusiones se esfumaron, los proyectos desaparecieron y el futuro lleno de amor de una familia se quedó en un pasado. Porque eran eso, una familia, a pesar de que Ramón y Gloria no estaban casados.

Aunque son momentos en los que no apetece precisamente hablar de dinero, la situación económica que queda tras un cambio vital de esa magnitud es una realidad, pero en este caso, lo que debería haber sido un duelo acompañado de cierta seguridad monetaria, se convirtió en una batalla legal que todavía hoy mantiene viva.

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Un final precipitado

Gloria se rompe al recordar aquellos últimos días. Ramón había sido ingresado por una pancreatitis y, tras 100 días en el hospital y una durísima traqueotomía, no pudo continuar. "Él llegó a escribirme en una pizarra "¿Nos casamos?", y yo le dije que sí, que en cuanto saliera de ahí… pero no salió, no dio tiempo", relata Gloria.

La pareja había estado junta 13 años, compartiendo su vida y criando a su hija. Tenían propiedades en común, facturas compartidas y un proyecto familiar consolidado. Sin embargo, en términos legales, para el Estado, esa unión nunca existió.

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Al no estar casada ni registrada como pareja de hecho, Gloria no tiene derecho a la pensión de viudedad. Su hija percibe una pensión de orfandad de 300 euros, pero a ella, que también sufrió la pérdida de su compañero, no le corresponde nada. "Ahora entiendo qué significa ser matrimonio, y aunque me parezca injusto y hasta retrógrado, me veo en la tesitura de recomendar a las parejas que se casen", afirma. A pesar de haber agotado todas las vías legales, incluso llegando hasta el Tribunal Supremo, el resultado siempre ha sido el mismo: "sin matrimonio o inscripción oficial, no hay pensión".

La Asociación Viudedad Igualdad

La historia de Gloria no es un caso aislado. Ella pertenece a la asociación Viudedad Igualdad, fundada en febrero de 2022 por Carmen Pinillos. La organización lucha por que las parejas estables, aunque no estén registradas oficialmente, puedan acceder a la pensión de viudedad contributiva, un derecho que consideran básico y que deberían recibir tras años de aportaciones al sistema. "Creamos la asociación al comprobar que la reforma de la Ley de Pensiones 21/2021 seguía sin reconocer y devolver el derecho a la pensión a parejas no registradas, algo que antes se lograba con sentencias favorables", explica Carmen.

La presidenta de Viudedad Igualdad señala que la sentencia 41/2014 del Tribunal Constitucional bloqueó la posibilidad de acceder a este derecho mediante vía judicial, dejando a muchas familias en un estado de vulnerabilidad crítica. "Es un agravio enorme", afirma Pinillos. "Recientes reformas legislativas reconocen derechos para parejas estables no registradas en el Ingreso Mínimo Vital o en la prestación por desempleo, pero no para la pensión de viudedad contributiva. Esto es incoherente y profundamente injusto".

Un amor sin contrato

Actualmente, la asociación cuenta con 80 miembros, casi el 90% mujeres, todas compartiendo historias similares de pérdida y abandono legal. Gloria representa a muchas de ellas, personas que creyeron que construir una vida en común y formar una familia era suficiente para ser reconocidas, y que descubren, tras un golpe del destino, que la ley no las ampara.

"¿Por qué hay que firmar un contrato de amor?", lamenta Gloria. Ella y el resto de personas que forman parte de la asociación tienen muy clara cuál es su reivindicación. Piden que las parejas estables tengan el mismo derecho a la pensión de viudedad que los matrimonios. "Esa pensión me cambiaría la vida. Me permitiría darle a mi hija lo que necesita y seguir adelante después de todo lo que hemos perdido", concluye.

Viudedad Igualdad trabaja para que historias como la de Gloria no se repitan y para que la ley les reconozca como una familia, un proyecto compartido y años de contribuciones que no deberían desvanecerse por un tecnicismo legal.