Sanidad

Indemnizan con 260.000 euros a la familia de un malagueño que murió por un control cardiológico deficiente

El fallecido fue atendido varias veces en el Hospital Punta de Europa en Algeciras - Archivo. Junta de Andalucía
  • El paciente de 56 años tenía una patología cardíaca que evolucionó sin tratamiento hasta que sufrió un infarto

  • Tras la implantación de una bioprótesis al hombre en el año 2000, después no tuvo el seguimiento que requería

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MálagaNueva condena al Servicio Andaluz de Salud, tras la que contamos en septiembre de otra negligencia médica. En el nuevo caso, la indemnización asciende a 261.207 euros para la familia de un malagueño que murió por un control cardiológico deficiente.

Así se refleja en el comunicado de la Asociación 'El Defensor del Paciente', al que ha tenido acceso Informativos Telecinco. La Dirección General del SAS ha reconocido expresamente la responsabilidad patrimonial de la sanidad andaluza.

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En la resolución figura el importe que deberá abonar a la esposa y el hijo del fallecido, junto a la aseguradora Relyens. Aunque ambos reclamarán el pago de una mayor cantidad, a través de un recurso contencioso administrativo que presentará el abogado Damián Vázquez.

Tenía implantada una bioprótesis que requería seguimiento

El letrado especialista en derecho sanitario cree que el fallo emitido ya "constituye un precedente relevante, demostrando que la administración tiene el deber de garantizar un seguimiento riguroso en pacientes con patologías cardiovasculares complejas".

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Como ocurría en la situación de la víctima, que había sido sometida a una cirugía para la sustitución valvular aórtica por una bioprótesis en el Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz. Concretamente el 14 de febrero del año 2000.

Esa intervención estuvo justificada por la insuficiencia aórtica masiva infectada que tuvo antes. Cuando fue dado de alta, los médicos prescribieron explícitamente que debería mantener un seguimiento periódico con ecocardiogramas anuales, debido a la complejidad de la operación y la necesidad de supervisar la evolución de la prótesis implantada.

Aunque en los años posteriores sí se le realizó ese control adecuadamente, en unas pruebas de 2015 y 2016 detectaron un evidente deterioro por el aumento moderado de gradientes (probable pannus) e hipertrofia ventricular izquierda.

Sin embargo, luego no se le practicó ningún ecocardiograma durante casi tres años. En su última revisión cardiológica el 23 de octubre del 2017, el hombre nacido en Málaga reconoció que sentía fatiga incrementada con esfuerzos físicos y alta presión arterial.

Complicaciones, visitas a urgencias y muerte por infarto

Ante esos síntomas claros de que su salud cardíaca había empeorado, los médicos apuntaron que tenía que realizarse un nuevo ecocardiograma al año siguiente, pero nunca se llegó a practicar. Así lo matiza la Asociación 'El Defensor del Paciente'.

Ya en 2019, el varón tuvo que ingresar en estado crítico en el Hospital Punta de Europa de Algeciras, pues presentaba una insuficiencia cardíaca congestiva descompensada. Las pruebas que se le hicieron entonces confirmaron que la prótesis estaba degenerada.

Tenía calcificaciones, doble lesión aórtica severa e hipertensión pulmonar. Estas complicaciones podían haberse detectado meses o años antes, de haberse mantenido el prescrito control de su patología. Algo que no se hizo.

Después de ser incluido en una lista de espera para el recambio valvular urgente, fue dado de alta sin esa cirugía y en varias ocasiones en las siguientes semanas, el afectado acudió a urgencias con cada vez más problemas (dificultad para respirar, presincope, extremo cansancio...).

Finalmente, transcurridos ocho días desde su última visita hospitalaria y ser enviado a casa, el 20 de junio del 2019 murió en su domicilio tras sufrir un infarto agudo de miocardio. Se debió a la evolución libre y sin tratamiento de su enfermedad durante años.

"Estos casos son más frecuentes de lo que la sociedad imagina"

Según detalla un informe donde se especifican las consideraciones médico-legales respectivas al caso de mala praxis, después de la cirugía valvular, todos los pacientes deben tener un control cardiológico durante el resto de su vida.

Además ese seguimiento anual como mínimo, si se observan anomalías en las ecocardiografías deben realizarse más estudios complementarios sin demora. El abogado Damián Vázquez cree que esta resolución del SAS "debe servir de llamada de atención a los centros sanitarios".

"Estos casos de abandono asistencial en pacientes tras una cirugía cardíaca son más frecuentes de lo que la sociedad imagina. Es necesario que el Servicio Andaluz de Salud actúe conforme a protocolos y diligencia", advierte el letrado.