Crimen

De la confianza al terror: Miriam Cuerda, la bebé de 16 meses secuestrada y asesinada en Almería por un hombre que engañó a su madre

Jonathan Moya
Una historia de engaño y muerte: Jonathan Moya, en imagen, fue encarcelado por asesinar a una bebé de 16 meses. EFE
Compartir

El 20 de diciembre de 2012, al mediodía, en un paraje deshabitado cercano a la localidad almeriense de Nacimiento, una madre fue obligada a bajar de su coche con su bebé de 16 meses dentro mientras un hombre en quien confiaba se quedó al volante.

En cuanto ella estuvo fuera, él arrancó con la niña dentro y desapareció, dando comienzo a una búsqueda que acabaría con uno de los crímenes más estremecedores de la crónica judicial reciente en España. El caso de la pequeña Miriam Cuerda no cae en el olvido, ya que mostró los peligros de la obsesión y el acoso en las relaciones sentimentales.

PUEDE INTERESARTE

El engaño a una madre que quería encontrar el amor en Internet y el secuestro de su bebé

Gema María Cuerda, la madre de Miriam, vivía con su hija en el municipio de La Palma del Condado, en Huelva. La mujer quería disfrutar de su vida y conoció a un hombre a través de internet, con el que entabló una amistad. Se trataba de Jonathan Moya González. Él se presentó con una identidad falsa y fingió tener una vida estable y normal, ganándose la confianza de ella y de su entorno. Sin embargo, nada era lo que parecía. La relación sentimental fue breve, pero suficiente para que el hombre lograra mantener contacto con ella incluso después de la ruptura, utilizando excusas y promesas para seguir acercándose a ella.

Y entonces, llegó el horror. Tras la separación, Moya convenció a Gema para viajar con la pequeña Miriam hasta Almería, con la excusa de comprar un regalo navideño y tomarle medidas para un traje de bautizo. La madre aceptó confiada, sin sospechar que aquel viaje se convertiría en el inicio de la tragedia que terminaría con la vida de la pequeña.

PUEDE INTERESARTE

Durante el trayecto, en un paraje aislado, Moya simuló una avería y pidió a Gema que bajara a empujar el coche. Fue entonces cuando arrancó bruscamente con la bebé en el interior, dejándola sola en la carretera. Ese fue el último momento en que la madre vio a Miriam con vida. Los investigadores determinaron después que el secuestro no fue improvisado, sino parte de un plan premeditado, tal y como informaron fuentes como 'HuelvaYA'.

El sobrecogedor asesinato de la pequeña Miriam y la condena al asesino

La pequeña Miriam permaneció retenida cuatro días por el criminal en un cortijo aislado en la zona de Fiñana, donde sufrió violencia extrema. Los informes forenses y la sentencia judicial confirmaron que recibió múltiples golpes en la cabeza y que fue envuelta en plástico mientras aún estaba viva, provocándole asfixia. La muerte se produjo entre la noche del 24 y la mañana del 25 de diciembre de 2012.

El cuerpo de la niña fue hallado días después dentro de una bolsa con piedras, sumergido en una balsa de riego cerca de la localidad almeriense de Abrucena. La Guardia Civil centró la investigación en un cortijo familiar, donde fue detenido Jonathan. Un jurado popular declaró por unanimidad que era el único responsable del secuestro y asesinato, actuando con premeditación y aprovechándose de la vulnerabilidad de la niña.

En noviembre de 2015, la Audiencia Provincial de Almería condenó a Jonathan Moya a 23 años y siete meses de prisión: 18 años por asesinato con alevosía y cinco años y siete meses por detención ilegal agravada. La sentencia también incluyó 300.000 euros en indemnización para Gema María y una orden de alejamiento de 500 metros durante 43 años. El tribunal valoró la frialdad y prolongación del plan criminal, rechazando cualquier atenuante o posibilidad de indulto.