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Tres líderes de tres partidos diferentes han tomado el despacho de alcalde de Badalona en tres años y medio; el cuarto está al caer. Los diferentes terremotos políticos generados en torno al máximo cargo municipal han demostrado lo complejo que es mantener, por un motivo u otro, la vara de la ciudad, ahora arrebatada a Xavier García Albiol: Rubén Guijarro tomará posesión el 8 de noviembre si no hay sorpresas.
El paso del popular por el edificio consistorial en su segunda etapa como jefe de Gobierno ha sido accidentado, como también lo ha sido para sus antecesores. El dudoso honor lo inauguró Dolors Sabater, víctima de la moción de censura de 2018 que elevó a Álex Pastor a una alcaldía que él mismo convirtió en efímera al romper el confinamiento domiciliario conduciendo borracho y agredir a un policía, hechos que le llevaron a dimitir.
Aïda Llauradó asumió la responsabilidad de dirigir el consistorio de la cuarta ciudad catalana tan solo unos meses porque la falta de consenso le devolvió a Xavier García Albiol la alcaldía que ya ostentó de 2011 a 2015. Ahora, su nombre ha aparecido en los 'papeles de Pandora' y la oposición ha pactado su salida a favor de Guijarro.
La coalición de izquierdas e independentista 'Guanyem Badalona en Comú' se convirtió en segunda fuerza política en las elecciones municipales de 2015 con la actual número 1 de la CUP como cabeza de lista. Sabater aunó el consenso de la oposición para sustituir a Albiol, cuyo Partido Popular había obtenido el doble de escaños y fue la fuerza más votada.
Durante su mandato, de tres años, aumentó los esfuerzos de la administración local por evitar desahucios (al colaborar con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca PAH y reunirse con asociaciones de vecinos y entidades bancarias) y eliminó la unidad de antidisturbios de la Guardia Urbana.
No obstante, Sabater reiteró públicamente su compromiso con la pretendida República catalana tras el referéndum del 1 de octubre de 2017 y el PSC le retiró su confianza al considerar que no había cumplido su promesa de neutralidad frente al 'procés', condición acordada en su investidura. De esta forma, no aunó el apoyo necesario para aprobar los Presupuestos de 2018 y la oposición aprobó la moción de censura de Pastor el 20 de junio de 2018.
Corría el mes de abril de 2020 cuando, con toda España confinada en casa para doblegar la curva de contagios, de hospitalizaciones y de muertes por coronavirus durante la primera ola, los Mossos d'Esquadra detuvieron a Álex Pastor. El socialista fue 'cazado' por un control policial en el Eixample de Barcelona; conducía bebido, se negó a hacerse el test de alcoholemia y agredió a un agente.
El PSC le suspendió de militancia y el 22 de abril, la mañana siguiente a los hechos, Pastor presentó su renuncia. En el escrito, el exalcalde afirmó que el "estrés" de los últimos meses había resentido su lado más personal y familiar y le había llevado a hacer cosas de las que se arrepentía.
De esta forma, la alcaldía recayó en Aïda Llauradó (Badalona en Comú Podem), que era la primera teniente de alcalde y regidora de Derechos Sociales y Feminismos con Pastor; sin embargo, ocupó el máximo cargo poco más de dos semanas, ya que el pleno no acordó ningún candidato alternativo en el plazo establecido. Así, el mecanismo automático activado en este tipo de casos benefició a Albiol, de nuevo cabeza de lista del partido más votado en los últimos comicios.
La carambola ya descrita devolvió el despacho de alcalde a Albiol, que había sido candidato a la presidencia de la Generalitat y senador sin dejar su escaño en el pleno municipal. Besó la vara el 12 de mayo de 2020 e inauguró un mandato centrado en combatir el incivismo y la delincuencia, ya leitmotiv de campañas anteriores.
Pero los recientemente revelados 'papeles de Pandora' han puesto en el punto de mira ahora al popular. Ha trascendido este mes de octubre que el alcalde estuvo vinculado a una sociedad offshore
"No he cobrado ni un euro", ha tratado de justificar el propio Albiol, que ha reconocido la existencia de dicha empresa disuelta en 2015 sin dejar de insistir en que nunca ha sacado rédito económico de ella. Justificación que no ha convencido al resto de partidos del pleno municipal, que ha registrado una moción de censura contra el líder del PP; este ya da por hecho que prosperará y ha anunciado que se presentará a las elecciones de 2023.
Una nueva sucesión de acontecimientos que sacude a la cuarta ciudad catalana en habitantes, que tendrá un nuevo primer edil el 8 de noviembre. Esta vez y a diferencia de la moción a Sabater, la oposición está haciendo los deberes con tiempo y ha elegido a Rubén Guijarro como cuarto alcalde de Badalona en tres años y medio; el quinto desde 2015.