¿Será necesario activar el protocolo de la defensa planetaria ante el cometa 3I/ATLAS?
El cometa 3I/ATLAS será visible a través de un telescopio amateur de tamaño razonable a finales de 2025 y principios de 2026
La NASA activa un protocolo especial para el cometa 3I/ATLAS por su comportamiento inexplicable
El cometa interestelar 3I/ATLAS fue avistado por primera vez el 1 de julio de 2025 por el telescopio ATLAS (Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides) en Río Hurtado, Chile, desde entonces la comunidad científica estudió sin descanso un posible impacto contra la Tierra.
La ESA está aprovechando sus misiones interplanetarias para observar el cometa desde puntos de observación mucho más estratégicos que la Tierra y su entorno.
El cometa es el tercer objeto conocido procedente de fuera del Sistema Solar que se ha avistado en el "vecindario cósmico" de la Tierra y el primero en llegar desde una región completamente diferente a nuestra galaxia, la Vía Láctea, afirmaban los expertos.
Entyre el 2 y el 25 de noviembre, el Jupiter Icy Moons Explorer (Juice) de la ESA observará el cometa con diversos instrumentos. Dado que Juice observa el cometa 3I/ATLAS tan poco después de su aproximación más cercana al Sol, es probable que tenga la mejor vista del cometa en un estado muy activo, con un halo brillante alrededor de su núcleo y una larga cola extendiéndose tras él, informa la ESA.
No han informado de la activación del protocolo ‘Hera’
Por el momento la NASA y la Agencias Espacial Europea han decidido no activar el protocolo ‘Hera’ ya que consideran que no existe peligro en que el cometa choque con la Tierra.
En 2024 las agencias espaciales crearon un nuevo proyecto llamado ‘Hera’ cuyo objetivo es estudiar y promover la defensa planetaria para poder defender la Tierra de futuras amenazas, incluido los impactos de asteroides, explicaba uno de los ingenieros implicados en el estudio del proyecto.
La NASA aseguró que no se acercará mucho a la Tierra, tan solo a 270 millones de kilómetros.
Siete mil millones de años
Según el astrónomo de la Universidad de Oxford, Matthew Hopkins, el cometa 3I/ATLAS podría tener más de 7.000 millones de años y ser el hallazgo interestelar "más relevante hasta la fecha".
A diferencia de los dos objetos anteriores que entraron en el Sistema Solar desde otras partes del cosmos, 3I/ATLAS parece viajar con una trayectoria empinada a través de la galaxia, que sugiere que se originó en el disco grueso de la Vía Láctea, una población de estrellas antiguas que orbitan por encima y por debajo del plano delgado donde residen el Sol y la mayoría de las estrellas.
"Todos los cometas no interestelares, como Halley, se formaron con el Sistema Solar, por lo que tienen hasta 4.500 millones de años", ha explicó Hopkins, que esta semana presenta sus hallazgos en la Reunión Nacional de Astronomía 2025 de la Real Sociedad Astronómica en Durham e hizo este descubrimiento cuando acababa de presentar su tesis.
"Los objetos interestelares pueden ser mucho más antiguos y, de los que se conocen hasta ahora, 3I/ATLAS es, muy probablemente, el cometa más antiguo que hemos visto jamás", ha agregado en un comunicado.
Rico en hielo
La investigación de Hopkins indica que, dado que es probable que 3I/ATLAS se formara alrededor de una estrella antigua del disco grueso, debería ser rico en hielo de agua.
"Se trata de un objeto procedente de una parte de la galaxia que nunca antes habíamos visto de cerca. Creemos que hay un 66% de probabilidades de que este cometa sea más antiguo que el Sistema Solar y que haya estado vagando por el espacio interestelar desde entonces, ha afirmado otro de los autores, Chris Lintott, presentador del programa 'The Sky at Night' de la BBC.
A medida que se acerca al Sol, la luz solar calentará la superficie del 3I/ATLAS y desencadenará la actividad cometaria, es decir, la liberación de vapor y polvo que crea una coma y una cola brillantes.
Las primeras observaciones ya sugieren que el cometa está activo y que posiblemente sea más grande que cualquiera de sus predecesores interestelares, el 1I/'Oumuamua (avistado en 2017) y el 2I/Borisov (2019).
De confirmarse, proporcionará pistas a los científicos sobre el papel que desempeñan los antiguos cometas interestelares en la formación de estrellas y planetas en toda la galaxia.
El cometa 3I/ATLAS será visible a través de un telescopio amateur de tamaño razonable a finales de 2025 y principios de 2026.