El oscuro negocio de las reseñas falsas de internet: "Muchas están escritas por personas reales"
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Cuando queremos ir a comer a un restaurante o buscar una empresa, las valoraciones que nos encontramos en internet suelen ser el indicador de fiabilidad que nos hará decidir si acudir al sitio, o no. A pesar de que muchas de las reseñas puedan ser verdaderas, uno de los escollos cibernéticos que todavía quedan pendientes de resolver son, precisamente, los fraudes a la hora de publicar estas puntuaciones.
Las reseñas falsas pueden ocultarse de muchas formas y, de puertas a fuera, estas parecen tan verídicas como cualquier otra. Sin embargo, detrás de esta práctica se esconde un entramado de personas que controlan las publicaciones, empresas que cobran por paquetes de publicaciones y personas que publican bajo pseudónimos a los sitios que nosotros elijamos --siempre y cuando paguemos a través de los métodos que nos pidan, siendo PayPal uno de los más extendidos--.
Las empresas detrás de las publicaciones
Informativos Telecinco ha tenido acceso al funcionamiento de este tipo de organizaciones, pues la publicación de las reseñas fraudulentas, lejos de ser algo operado por lobos solitarios, es una orquesta bien dirigida.
Hay multitud de empresas que ofrecen paquetes de reseñas falsas por precios a partir de los 50 o 100 euros. Y este irá subiendo a medida que queramos hacernos con más reseñas.
Pero, lejos de anunciarse como fraudes, este tipo de organizaciones claman que sus servicios son para “mejorar el posicionamiento a nivel local de las empresas”, además de que aseguran “ser reseñas publicadas por personas reales”. ¿Por qué? La indetectabilidad por parte de Google para que no las borren es una de las grandes banderas de este tipo de comercios.
Principio de verosimilitud
El factor de la geolocalización es crucial: hacer que parezca más verosímil si la persona que escribe sobre un comercio en un barrio en concreto, lo haya hecho desde ese barrio.
A partir de este entonces, el libro de estilo de cada empresa es diferente: incluso algunas se limpian las manos después de la publicación, puesto que no es 100% fiable que esta se publique o que lo haga en el momento exacto en el que la persona la escribe. Estas informaciones no se muestran en un primer momento y sólo las podemos saber si logramos contactar con alguna persona que esté detrás de la empresa.
Así se publican las reseñas compradas
Seleccionamos el paquete de reseñas que queremos y tendremos acceso a una plataforma en la que nosotros mismos podremos escribir el texto y las estrellas. También indicamos el comercio o sitio en el cual queremos que esta se publique. La empresa manda el contenido a su red de personas asociadas y participantes --con cuentas de Google reales, legítimas y activadas-- para que las publiquen a cambio de remuneraciones económicas.
Disponemos de un saldo que iremos gastando cada vez que escribamos una. En cuanto este se acabe, compramos más si lo deseamos. A partir de ahí, la fecha de publicación es una incógnita y tendremos que ser nosotros mismos quiénes nos preocupemos por revisar de forma manual si estas se han publicado.
Ahora bien, ¿qué tan fácil es localizar una empresa de este tipo? Una simple búsqueda en Google y aparecen decenas de propuestas, a cada cual más agresiva en cuanto a precios disponibles y opciones y con más promesas para los usuarios.
¿Por qué es “fácil” comprar reseñas? Los expertos responden
“Hasta hace poco era más sencillo colar este tipo de reseñas --en Google Maps-- porque Google centraba sus controles en detectar spam evidente, pero no analizaba patrones más complejos. Muchas de estas están escritas por personas reales, no por ‘bots’ y la política de Google era frenar el spam masivo, no revisar de forma individual”, explica David Blanch, director digital de cdmon.
No obstante, con la llegada de la IA, el panorama “ha cambiado”, de acuerdo con el experto: “permite ser más precisa en la trazabilidad de la información publicada y el cruce de los datos. Se detectan patrones anómalos que el ojo humano no es capaz de detectar a simple vista”, explica.
El Congreso pone en jaque a esta práctica
Manuel Manceras, miembro del Consejo Rector de Somos Conexión, explica que “las reseñas falsas no han tenido una regulación específica hasta finales del 2021 cuando se modificó la Ley de defensa de los consumidores y usuarios”.
El experto explica que esta “facilitó mucho que las empresas pudieran denunciar este tipo de prácticas“. Sin embargo, de cara a lo que es la aplicación de los nuevos cambios de la Ley SAC --recientemente aprobada en el Congreso-- “es algo que va a llevar más tiempo, ya que se precisa de formación de personas para que se especialicen en este tipo de infracciones o la creación de una doctrina administrativa y judicial que contemple situaciones que hasta entonces no se tenían en cuenta”.
¿Qué consecuencias legales enfrentamos si publicamos reseñas falsas?
¿Existen consecuencias tanto para quien ofrece los servicios como para quien publica? Es más, ¿se trata esto de una práctica ilegal? El abogado y criminólogo Pablo de Palacio de Lassaletta explica que “las empresas que se dedican a la compraventa masiva de reseñas falsas podrían incurrir en delitos contra los consumidores, en la modalidad de cooperadores necesarios”.
El experto alude al marco legal de la publicidad: “El Código Penal castiga a los fabricantes y comerciantes que realicen ofertas o publicidad de productos engañosos”, por lo que, en este caso, la responsabilidad sería para el comercio o empresa que decide crear “una imagen falseada”, en palabras de de Palacio de Lassaletta, mediante el uso masivo de reseñas falsas.
Un último punto: ¿significan las reseñas falsas una pérdida de credibilidad de lo que leemos en internet? Manceras concluye explicando que esta “no ha desaparecido”. Y añade: “ha mejorado la educación de los consumidores y su capacidad crítica”.