Los 7 edificios brutalistas de Madrid para entender el movimiento arquitectónico

Torres Blancas
Torres Blancas
  • Se trata de edificaciones que desafían la estética tradicional con una imponente presencia de hormigón desnudo y formas geométricas radicales

  • El brutalismo se caracteriza por su rechazo a la ornamentación y su apuesta por estructuras masivas y desnudas que exhibían sin disimulo los materiales de construcción

  • El curioso edificio de España con una carretera en el tejado

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MadridEn el paisaje urbano de Madrid, donde conviven estilos arquitectónicos que van desde el clasicismo hasta las construcciones más vanguardistas, existe un conjunto de edificaciones que desafían la estética tradicional con una imponente presencia de hormigón desnudo y formas geométricas radicales. Se trata de los edificios brutalistas, una expresión arquitectónica que surgió a mediados del siglo XX y que, aunque inicialmente recibió críticas por su apariencia austera y monolítica, hoy es reconocida como un testimonio de innovación y funcionalidad.

El brutalismo, cuyo término proviene de la expresión francesa béton brut (hormigón crudo), se caracterizó por su rechazo a la ornamentación y su apuesta por estructuras masivas y desnudas que exhibían sin disimulo los materiales de construcción. En España, y particularmente en Madrid, esta corriente se adoptó con fuerza durante los años 60 y 70, cuando arquitectos como Francisco Javier Sáenz de Oiza, Fernando Higueras o Antonio Miró plasmaron en sus obras los principios de esta corriente.

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A pesar de su apariencia imponente y, en ocasiones, polémica, los edificios brutalistas de Madrid no solo forman parte de su identidad arquitectónica, sino que representan un momento clave en la historia del urbanismo de la ciudad

Los 7 edificios brutalistas más icónicos de Madrid

Torres Blancas

Diseñado por Francisco Javier Sáenz de Oiza y finalizado en 1968, Torres Blancas es uno de los íconos del brutalismo madrileño. Ubicado en la Avenida de América, este edificio residencial y de oficinas destaca por su estructura cilíndrica y su fachada de hormigón visto, que le confiere una apariencia orgánica y futurista. A pesar de su nombre, el edificio no es blanco; el término "blancas" hace referencia a la pureza de sus formas y materiales. 

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Edificio Los Cubos

Situado en la intersección de la M-30 y la Avenida de América, el Edificio Los Cubos, inaugurado en 1981, es obra de los arquitectos franceses Michel Andrault y Pierre Parat. Su diseño se compone de una estructura de hormigón que sostiene cubos de vidrio, creando una estética geométrica y modular que ejemplifica el brutalismo tardío. 

Edificio Los Cubos
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Sede del Sindicato UGT

La sede del sindicato Unión General de Trabajadores, ubicada en la Avenida de América 25, fue diseñada por Antonio Vallejo Acevedo y Santiago de la Fuente Viqueira, y finalizada en 1976. El edificio se caracteriza por su fachada de hormigón y su volumetría escalonada, que le otorgan una presencia imponente y robusta, típica del brutalismo. 

Sede de UGT

Torre de Valencia

Proyectada por Javier Carvajal Ferrer y concluida en 1973, la Torre de Valencia se encuentra en la confluencia de la Calle O'Donnell y la Avenida de Menéndez Pelayo. Este rascacielos residencial de 94 metros de altura ha sido objeto de controversia debido a su impacto en el skyline madrileño, pero es un ejemplo destacado de la arquitectura brutalista en la ciudad. 

Torre de Valencia

Instituto del Patrimonio Cultural de España

Conocido popularmente como "La Corona de Espinas" por su distintiva forma circular y su anillo dentado superior, este edificio fue diseñado por Fernando Higueras y Antonio Miró y finalizado en 1967. Ubicado en el barrio de Ciudad Universitaria, alberga el Instituto del Patrimonio Cultural de España y es una muestra singular del brutalismo español. 

Instituto del Patrimonio Cultural de España

Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid

Inaugurada en 1971 y diseñada por el arquitecto Francisco Javier Sáenz de Oiza, esta facultad es un claro exponente del brutalismo en el ámbito educativo. Su estructura de hormigón visto y su diseño funcional reflejan los principios de este movimiento arquitectónico. 

Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid

Edificio Beatriz

Situado en la Calle José Ortega y Gasset, el Edificio Beatriz fue diseñado por Eleuterio Población Knappe y finalizado en 1976. Destaca por su fachada de hormigón y vidrio, y su diseño modular que enfatiza la funcionalidad y la estructura, características distintivas del brutalismo. 

Edificio Beatriz

Estos siete edificios representan la diversidad y riqueza del brutalismo en Madrid, ofreciendo una visión profunda de un movimiento que, aunque a menudo controvertido, ha dejado una huella indeleble en el paisaje urbano de la ciudad.

El brutalismo en el mundo: edificios icónicos del movimiento

El brutalismo no es un fenómeno exclusivo de Madrid ni de España. Surgió a mediados del siglo XX con un enfoque arquitectónico que priorizaba el hormigón visto y las formas geométricas imponentes, expandiéndose por todo el mundo y dejando algunas de las construcciones más icónicas de la historia de la arquitectura contemporánea. 

Entre los edificios brutalistas más emblemáticos destacan el Barbican Centre en Londres, un vasto complejo residencial y cultural diseñado por Chamberlin, Powell & Bon; la Torre Velasca en Milán, una estructura de aspecto medieval reinterpretado en clave moderna por los arquitectos BBPR; la Biblioteca Nacional de Francia en París, una obra de Dominique Perrault que combina monumentalidad y funcionalidad; o el Habitat 67 en Montreal, un innovador experimento de viviendas modulares creado por Moshe Safdie. 

También destaca el Boston City Hall, una de las construcciones brutalistas más controvertidas de Estados Unidos, cuya estética desafiante sigue generando debate. Todos estos edificios muestran la ambición del brutalismo por romper con los estándares tradicionales y apostar por una arquitectura expresiva, funcional y, en muchos casos, de una crudeza estética inconfundible.