El artista Pejac denuncia la crisis migratoria con la llamada de auxilio de un niño sobre la cúpula de una iglesia en Berlín

Para contemplar la última intervención de arte urbano del artista español Pejac hay que elevarse sobre la cotidianeidad de nuestras vidas, de nuestros problemas... y levantar la vista. Los transeúntes atentos que estos días han deambulado por Blücherplatz en el distrito berlinés de Kreuzberg han podido hacerlo, y al mirar hacía arriba han visto a un niño pequeño, ataviado con un chaleco salvavidas, aferrado con una mano a la enorme cruz sobre la cúpula de la iglesia neogótica de la Santa Cruz, y sosteniendo en alto con la otra una bengala en señal de auxilio. Arte urbano como reclamo y denuncia de la tragedia de la crisis migratoria y de refugiados en el Mediterráneo, y en otras muchas partes del mundo.

El artista cántabro, que la próxima semana inaugura su exposición en solitario 'Apnea, ha llevado a cabo esta intervención, titulada: Landless Stranded (varados sin tierra), en colaboración con la ONG Sea-Watch, que ha salvado a miles de personas que intentaban cruzar el Mediterráneo, con DOJO Cares, la fundación de agencias creativas con sede en Berlín cuya oficina está dentro de la iglesia, y también ha colaborado en la obra la propia Iglesia de la Santa Cruz, que ha acogido la instalación en el contexto de su trabajo de caridad en Kreuzberg destinado a ayudar a los refugiados, las personas sin hogar y los pobres.

"La mejor forma de conectarme con el mundo es a través del arte", comenta el artista que explica que "esta nueva instalación habla de todas las personas que, incluso en tierra, se sienten a la deriva".

Dada la altura a la que está colocada la obra, se han instalado binoculares frente a la iglesia para que los transeúntes puedan observar en detalle la escultura del pequeño refugiado que pide ayuda desde lo alto. Pejac advierte de que esa distancia física con la obra también es metafórica con la realidad del problema de la crisis migratoria. "Existe una distancia entre nosotros y aquellos con los que no estamos familiarizados y que a menudo tememos. Entre nosotros y el Otro", sentencia el artista.

En la base de los binoculares se ha colocado un código QR que conduce directamente a una página web que presenta información sobre la nueva campaña de caridad de la iglesia y un enlace para donar a Sea-Watch.

El propio artista también donará a la ONG de rescate parte de las ganancias que se obtengan de la venta de boletos de lotería para poder adquirir impresiones de edición limitada de su obra en la exposición de Berlín que estará abierta al público hasta el 7 de noviembre en una antigua planta de fabricación de trenes de la capital germana.

La instalación ha recibido una numerosa y calurosa acogida en redes sociales. Sin embargo, entre los comentarios recibidos se han colado algunos con mensajes xenófobos y muy críticos con las acciones solidarias de estados y ONGs para con el drama de los refugiados. Un reflejo de ese 'miedo al otro' al que aludía el artista.

"Repugnate Kalergi", decía un comentario, en alusión a la falsa teoría de la conspiración conocida como 'Plan Kalergi' que usa la ultraderecha para atacar a la UE y que dice que hay un complot orquestado por las élites políticas y económicas para importar millones de trabajadores de Asia y África y mezclarlos con las "razas europeas". El usuario concluye su mensaje racista con la frase: "seis millones no fueron suficientes", en referencia al holocausto nazi. "La única crisis de refugiados es la deliberada sustitución de los europeos en sus propios países", comentaba otro en la misma línea.

Entre los comentarios se podían leer otros mensajes como: "Ahora haz otra para todos los nativos europeos violados y asesinados por los refugiados que acogemos ingenuamente" o "La única crisis de refugiados son las hordas de gente que estamos importando a Europa"; Hay a quien le parecía repugnante que haya "desfigurado" una iglesia con una obra así, también quien acusaba a los refugiados de ser "gente incapaz de sustentar una civilización propia" y consideraba un "suicidio" que Europa los acoja.

La mayoría de los mensajes, sin embargo, han sido de aprobación e incluso algunos se han hecho eco de los comentarios xenófobos para mostrar su apoyo al artista: "Wow. No me puedo creer algunas de las respuestas que estoy leyendo aquí. Muy buen mensaje el de esta instalación", apoyaba un usuario al artista.

Según Naciones Unidas, a finales de 2020, 82,4 millones de personas en todo el mundo fueron desplazadas por la fuerza como resultado de la violencia, persecución o violaciones de derechos humanos.