Navidad

Adiós al tradicional árbol de Navidad: la nueva tendencia que triunfa en varios países de Europa

Imagen de un operario montando un árbol de Navidad en Valencia. EFE
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No importa del material que esté hecho y ni siquiera si es el más grande o el más 'feo' del mundo. Lo que está claro es que el árbol de Navidad es uno de los símbolos característicos en los hogares y en las ciudades cuando se acerca tan nostálgica época del año.

Un periodo que se caracteriza por compartir buenos momentos junto a los seres más queridos y que para algunos de los rostros más famosos, como es el caso de la cantante estadounidense Mariah Carey, ya ha llegado hace unos cuantos días.

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En España, hay una localidad que en los últimos años ha acaparado todo el protagonismo en cuanto al encendido. Por supuesto, nos referimos a Vigo. De hecho, el municipio pontevedrés comenzó el montaje en pleno verano, a finales de julio, y su alcalde, Abel Caballero, ya aseguró entonces que este 2025 iba a ser "la mejor Navidad que se hizo nunca en la historia de la humanidad".

El árbol reutilizable de la Navidad

Con el objetivo de otorgar un final sostenible a los abetos, el Ayuntamiento de Madrid activó nuevamente el pasado enero la campaña de recogida en los viveros municipales de El Retiro y Casa de Campo. Unos árboles que son replantados en parques y jardines o transformados en compost (abono orgánico de alta calidad) para enriquecer las zonas verdes de la capital.

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Sin embargo, el tradicional árbol de Navidad, como lo hemos conocido hasta la fecha, es decir, ese abeto o pino repleto de luces, bolas, espumillón y adornos de mejor o peor gusto, podría tener los días contados.

Y es que en distintos países de Europa se está popularizando una nueva tradición que pretende dejar atrás el clásico árbol por una propuesta no sabemos si más elegante pero sí más vanguardista y, sobre todo, ecológica. Varios medios, como Diario Uno, se han hecho eco de ello.

Hablamos del árbol de madera, un concepto procedente del diseño escandinavo y que toma fuerza ante la creciente preocupación medioambiental, presentándose como una alternativa duradera y reutilizable. La idea, apunta el citado medio argentino, es crear una estructura, parecida a la de un pino, a partir de tablones.

Algunos interioristas confiesan haber visto dicha tendencia en festividades anteriores y confían en que se mantenga este año. En cuanto a la estética, ya saben lo que se dice, para gustos los colores.

Esta decoración de madera, a pesar de que también requiere de esfuerzo y maña a la hora de montarlo, no necesita de cuidados y permite reducir los niveles de plásticos empleados para los árboles artificiales. Respecto a los naturales, destaca por su funcionalidad ya que no pierde hojas, no hay que regarlo y no genera suciedad en el salón.

¿De dónde viene el árbol de Navidad?

Cuenta la leyenda que el árbol de Navidad fue inventado por Bonifacio de Maguncia, el santo que evangelizó a los pueblos germanos. Esta historia asegura que Bonifacio cogió un hacha y taló el roble el cual adoraban considerándolo una representación del dios Thor.

En su lugar puso un pino que, al ser un árbol de hoja perenne, simboliza el amor eterno de Dios, adornándolo con manzanas y velas. Las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Jesucristo.

Algunos historiadores indican que la idea de que el árbol de Navidad tiene sus orígenes en alguna tradición pagana es un mito inventado en el siglo XIX. El primer árbol navideño, como se conoce en la actualidad, pudo surgir en Alemania, donde se implantó por primera vez en 1605 para ambientar el frío de la época. De ahí, empezó su difusión a otros países europeos.

En cuanto a otra de las costumbres navideñas, el Belén, destacar que nació en la Nochebuena de 1223 y que fue montado por San Francisco de Asís en un pueblo de Italia para conmemorar el nacimiento de Jesucristo. Años más tarde, concretamente en el siglo XIV, los franciscanos trajeron dicha tradición a España.