SÍNDROME DE USHER

El reto de Mario, el atleta con sordoceguera que pretende correr 12 horas seguidas para visibilizar el síndrome de Usher

Mario, el atleta con sordoceguera que pretende correr 12 horas seguidas para visibilizar el síndrome de Usher
Mario, un atleta con sordoceguera que quiere correr 12 horas seguidas para visibilizar el síndrome de UsherInformativos Telecinco
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Mario Raúl Martínez es un atleta que se ha propuesto un reto complicado con el único propósito de visibilizar el síndrome de Usher, una enfermedad rara que le causa sordera y ceguera de forma progresiva.

Ese es el reto al que se enfrenta Mario sobre una cinta de correr durante 12 horas. Hace una década le diagnosticaron una enfermedad rara llamada síndrome de Usher que le causa sordera y ceguera de forma progresiva. Su desafío tiene como objetivo recaudar fondos para la investigación de su enfermedad, como informa Mar Bonet.

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El síndrome de Usher y la gran carrera de Mario

Con una sonrisa, Mario Raúl Martínez avanza con grandes zancadas sobre la cinta para conseguir ser la primera persona con sordoceguera que logre estar 12 horas seguidas corriendo.

Como explica su entrenador, Mario quiere conseguir este Récord Guinness para ser la primera persona con sordoceguera que pueda correr durante nada más y nada menos que 12 hora seguidas.

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En el año 2016 los doctores diagnosticaron a Mario Raúl Martínez el síndrome de Usher. Este síndrome es una enfermedad degenerativa poco común que afecta tanto la audición como la visión; provoca sordera o pérdida auditiva y retinosis pigmentaria (RP), una afección ocular que reduce progresivamente la visión periférica.

Fue entonces cuando el deporte pasó a ser su motor principal. "A raíz del diagnóstico, primero lo tomé como vía de escape y luego descubrí que, a más horas entrenando, mejor me sentía", explica él mismo a las cámaras de 'Informativos Telecinco'.

Con grandes logros a su espalda, Mario se enfrenta al reto más difícil: "El verdadero reto es que yo no tengo vista y no tengo audición porque corro sin el implante. En este caso no voy a tener a nadie que me vaya guiando".

Este obstáculo no le frena en su lucha de conseguir su verdadero objetivo: visibilizar la enfermedad y poder recaudar fondos contra la ceguera infantil.