Una árbitra, obligada a activar el protocolo antiviolencia por el aluvión de insultos que recibía durante un partido de fútbol en Valladolid: "¡Payasa, sinvergüenza!"
La colegiada detuvo el encuentro para expulsar a todos los aficionados de las instalaciones antes de reanudar el partido
El duelo en el terreno de juego enfrentaba al Atlético Pincia y el Unión Delicias en un partido de la Segunda División Provincial Juvenil de Valladolid
ValladolidNuevo episodio de insultos y violencia sobre un terreno de juego. Esta vez ha sido en Valladolid, y en un partido de Segunda División Provincial Juvenil, donde el fútbol se ha visto empañado por circunstancias completamente ajenas al rendimiento deportivo. Lejos de ser protagonista el resultado, lo que ha terminado de trascender es la decisión que tuvo que adoptar la colegiada del encuentro al dictaminar que, en aplicación del protocolo antiviolencia, todos los aficionados debían marcharse de las instalaciones para que continuase el encuentro que enfrentaba el pasado domingo a el Atlético Pincia y el Unión Delicias.
Tan solo tres semanas después de que un caso similar sacudiese a liga de Preferente Autonómica de Murcia por insultos racistas, ahora es desde la provincia castellanoleonesa desde donde se extienden las denuncias por un problema que no termina de ser erradicado y que se sigue sucediendo por múltiples divisiones y también en el fútbol base.
La árbitra paró el partido tras los graves insultos que estaba sufriendo
En esta ocasión, la árbitra del encuentro se vio forzada a actuar cuando, tras recibir sucesivos insultos, las advertencias para que cesasen no funcionaron. Fue así en el minuto 69 del enfrentamiento entre el Atlético Pincia y el Unión Delicias cuando la colegiada se dirigió al delegado de campo para que expulsase inmediatamente a todos los aficionados que se encontraban en la instalación.
Tal como reflejó posteriormente en el acta, entre la retahíla de insultos dirigidos contra ellas escuchó: “¡Payasa!”, “¡hija de p***!”, “¡sinvergüenza!”
Ante ello, ejecutando el protocolo antiviolencia, el partido continuó y finalizó sin público a partir de ese momento.
Polémica tras la decisión arbitral
Más allá, y según informa El Norte de Castilla, la polémica se acrecentó aún más debido a que desde el Unión Delicias pensaron inicialmente que la paralización del partido se había debido a los “insultos racistas” que recibieron sus jugadores “de dos aficionados del Arces”, según ha explicado Alejandro Parra, directivo del club, que jugaba como visitante.
Sin embargo, el acta arbitral no recoge nada al respecto, algo que habría encendido al Unión Delicias, que ha aseverado que la próxima vez serán ellos los que paren el partido: “Estamos hartos de escuchar en los campos lo de 'p*** moro', y ahora sí vamos a ser nosotros los que vamos a parar el partido si se repite”, ha advertido este último, en declaraciones recogidas por el citado diario.
La colegiada solicitó presencia policial
La colegiada del encuentro, igualmente, y ante los acontecimientos, pidió al delegado de campo local que solicitase presencia policial, con efectivos personándose en el lugar, aunque el partido acabó sin mayores incidentes, con un resultado de 4-3 para el Atlético Pincia, pese a que el Unión Delicias iba 1-3 antes del parón motivado por la aplicación del protocolo antiviolencia.
Tras lo ocurrido, mientras desde el equipo local se han quejado de algunos daños en las pizarras de las alineaciones, el visitante ha puesta una reclamación ante la Real Federación de Castilla y León de Fútbol, expresando su descontento con la redacción del acta.