Claves para no pagar de más en la compra de un piso: tener un colegio o parque cerca encarece su precio
El valor del metro cuadrado en áreas cercanas a grandes parques puede ser entre un 20% y un 40% superior
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La compra de un piso es una de las decisiones financieras más relevantes en la vida de cualquier persona. Supone un compromiso a largo plazo que implica analizar con calma factores como la ubicación, la calidad del inmueble y las condiciones de la hipoteca.
Sin embargo, hay aspectos menos evidentes que terminan influyendo de manera determinante en el precio final. Uno de ellos es la cercanía a colegios o parques, un elemento que incrementa de forma significativa el valor de la vivienda.
Estudios recientes apuntan a que una propiedad situada junto a estos servicios puede llegar a ser hasta un 55% más cara. El problema surge cuando el comprador paga más por características que en realidad no necesita, asumiendo con ello un esfuerzo económico mayor del imprescindible.
El efecto de los colegios en el precio de la vivienda
Para las familias con hijos, tener un centro educativo cerca supone un ahorro de tiempo y una mayor comodidad. Este motivo explica que la demanda en barrios con una alta concentración de colegios sea más elevada, lo que empuja los precios al alza.
Sin embargo, quienes no van a hacer uso de este servicio asumen un coste adicional sin obtener un beneficio directo.
Un informe elaborado por la consultora Colliers muestra que las zonas con colegios privados o concertados registran un precio medio por metro cuadrado superior al de barrios similares sin esa oferta.
Vivir cerca de zonas verdes puede salir más caro
Los parques urbanos se han convertido en uno de los elementos más valorados por los compradores tras la pandemia. Disponer de un espacio abierto para pasear, practicar deporte o pasar tiempo en familia ha disparado la demanda en torno a estas zonas.
Como consecuencia, el precio de la vivienda en sus alrededores ha crecido de manera notable.
Datos de portales inmobiliarios como Idealista y Fotocasa indican que el valor del metro cuadrado en áreas cercanas a grandes parques puede ser entre un 20% y un 40% superior al de otras zonas de la misma ciudad.
Para quienes aprecian mucho la vida al aire libre, esta diferencia puede merecer la pena, pero quienes apenas utilizan estas instalaciones terminan pagando de más por un factor que no repercute en su bienestar cotidiano.
La influencia de los servicios públicos en el valor inmobiliario
Más allá de colegios y parques, existen otros servicios cuya proximidad repercute directamente en el precio de los inmuebles. Estar cerca de hospitales, bibliotecas, instalaciones deportivas o centros culturales suele considerarse un valor añadido.
No obstante, conviene tener presente que estos elementos pueden suponer un incremento en el importe de la vivienda que no todos los compradores aprovechan en la misma medida.
El Banco de España, en un estudio reciente sobre el mercado inmobiliario, subrayó que la accesibilidad a infraestructuras públicas de calidad es uno de los factores que más influyen en la evolución de precios.
Por ello, la compra de un piso debería basarse en un análisis de si esas infraestructuras son realmente útiles para el estilo de vida de quienes lo habitarán.
La estrategia clave para tomar decisiones inteligentes
La clave está en identificar las necesidades personales antes de firmar una hipoteca. No se trata de rechazar de plano las viviendas situadas junto a colegios o parques, sino de evaluar si esos elementos aportan valor real a la vida diaria.
Invertir en factores que no se utilizarán puede reducir la capacidad de destinar recursos a otras prioridades, como una vivienda de mayor tamaño, mejores calidades o una financiación más ventajosa.
Los asesores inmobiliarios recomiendan elaborar un listado de prioridades antes de iniciar la búsqueda. Este ejercicio evita dejarse llevar por la presión del mercado y ayuda a centrar la inversión en aquellos aspectos que sí son relevantes.
El impacto en la revalorización futura del inmueble
No hay que olvidar que una vivienda también es una inversión a largo plazo. Los datos del Instituto Nacional de Estadística muestran que los inmuebles próximos a colegios y parques han aumentado su valor más rápido en la última década que aquellos situados en barrios con menos servicios.
Esto significa que, aunque hoy suponga un mayor desembolso, puede traducirse en una venta más rentable en el futuro.
El comprador debe, por tanto, encontrar un equilibrio entre el esfuerzo económico presente y el posible beneficio de revalorización. Si se planea vivir muchos años en la vivienda, el uso real de los servicios próximos cobra más importancia que la rentabilidad futura.
En cambio, si se piensa en una posible venta, estos factores pueden ser decisivos para obtener un mejor retorno.