10 errores que cometen los estudiantes el día de la PAU y cómo evitarlos
Es crucial saber cómo actuar, y qué evitar, el mismo día de la prueba
Formas de repasar rápido y con eficacia los días previos a la PAU
MadridLa PAU es uno de los momentos académicos más decisivos para miles de jóvenes cada año. Tras dos años de Bachillerato y semanas de repaso intensivo, muchos estudiantes se enfrentan al examen con una mezcla de nervios, presión y expectativas. Y aunque la preparación previa es crucial, también lo es saber cómo actuar, y qué evitar, el mismo día de la prueba. De hecho, distintos psicólogos educativos, orientadores y docentes coinciden en que ciertos fallos, repetidos año tras año, pueden llegar a echar por tierra un buen trabajo previo.
Llegar tarde (o demasiado justo)
Aunque parezca obvio, cada año decenas de alumnos pierden la convocatoria o empiezan el examen en estado de nervios por haber llegado con el tiempo justo. Las recomendaciones oficiales insisten en estar al menos 45 minutos antes en el centro asignado, teniendo así margen para localizar el aula, controlar el material y calmarse. Un atasco inesperado, una equivocación de edificio o una avería en el transporte pueden arruinar el esfuerzo de dos años.
Olvidar el DNI o el material obligatorio
Puede parecer un detalle menor, pero es uno de los errores más comunes. Sin DNI no se puede acceder al examen, y no llevar bolígrafos (azules o negros), una calculadora permitida, compás o regla en las pruebas que lo necesiten puede dejarte sin poder hacer parte de la prueba. Las universidades publican con antelación el listado de materiales autorizados y no permitidos, y es importante revisarlo.
No desayunar (o hacerlo mal)
Los nervios y la falta de sueño llevan a muchos estudiantes a saltarse el desayuno o a comer algo rápido e inadecuado (bollería industrial, bebidas energéticas). Este es un error grave, ya que el cerebro necesita energía constante. Un desayuno completo mejora la concentración, el rendimiento y la resistencia mental. Lo más recomendable: hidratos complejos (pan integral, avena), proteínas (huevo, yogur natural) y fruta.
Repasar hasta el último segundo
Uno de los errores más tóxicos: abrir los apuntes cinco minutos antes de entrar. Lejos de aportar seguridad, suele aumentar la ansiedad y generar confusión. El profesor David Calle, del canal Unicoos, insiste: “Ese momento es para respirar, no para repasar. Si no te lo sabes a estas alturas, no lo vas a memorizar en dos minutos”.
Compararse con otros
Una vez en el aula o durante los descansos, muchos alumnos se obsesionan con lo que hacen los demás: quién ha escrito más, qué temas ha elegido, cuánto ha tardado… Este tipo de comparaciones solo generan ansiedad. Es importante recordar que la PAU no es una competición, sino una prueba individual. Lo importante es hacer tu mejor examen, no el mejor de todos.
No leer bien las instrucciones del examen
Cada año, decenas de alumnos cometen errores de forma, como responder más preguntas de las requeridas, saltarse consignas específicas o escribir en secciones equivocadas del cuadernillo, simplemente por no leer bien. Un descuido que puede suponer una penalización o que parte del examen no sea evaluado. El Ministerio de Educación insiste: “Antes de comenzar a escribir, lee todo el examen con calma. A veces, una lectura atenta puede darte pistas sobre qué opción te resulta más favorable”.
No gestionar el tiempo adecuadamente
Es habitual que haya estudiantes que dedican demasiado tiempo a una única pregunta, dejando otras en blanco por falta de tiempo. El consejo de los expertos es claro: marca un cronómetro o reloj visible, reparte los minutos en función del valor de cada bloque y deja al menos 5 a 10 minutos antes de entregar para repasar lo escrito.
Escribir sin orden ni limpieza
Por muy bien que domines el contenido, una presentación caótica, con tachones o caligrafía ilegible puede penalizarte, sobre todo en los exámenes de humanidades o ciencias sociales. Hay que tener en cuenta que un corrector tiene que leer decenas de exámenes. Si no entiende lo que pones, difícilmente puede valorarlo. Es recomendable usar párrafos claros, subrayados con regla y buena ortografía.
Entrar en pánico ante una pregunta difícil
Encontrarse un ejercicio inesperado o que no recuerdas del todo bien no debe ser sinónimo de rendición. El error más frecuente es bloquearse y perder el control del resto del examen. Los psicólogos escolares recomiendan técnicas de respiración, escribir ideas clave aunque no recuerdes todo y seguir con la siguiente pregunta para volver más adelante. Es importante ser conscientes de que la PAU no se aprueba, ni se suspende, por una única pregunta.
Descuidar el descanso entre exámenes
Durante los descansos, hay muchos estudiantes que optan por seguir repasando, hablar con compañeros o revisar lo que hicieron mal en la última prueba. Estas costumbres solo incrementan el estrés. Lo ideal, según los psicólogos, es aprovechar esos minutos para desconectar, comer algo ligero, hidratarse y recargar energía mental.
Finalmente, hay que tener en mente que el día de la PAU es una carrera de fondo, no un sprint. Y aunque el conocimiento es el pilar central, la estrategia, la gestión emocional y los hábitos del propio día del examen pueden marcar la diferencia entre una nota que se queda corta y un sobresaliente.
Evitar errores tan básicos como no dormir bien u olvidar el DNI permite concentrarse en lo que realmente importa: demostrar lo que se sabe con claridad, confianza y eficacia.