Guía para preparar el salto a la universidad en una ciudad nueva: consejos y cosas que no pueden faltar
Desde escoger el mejor alojamiento hasta organizar la llegada, esta guía ofrece recomendaciones prácticas para los nuevos universitarios que se mudan de ciudad
El "duelo académico" de un estudiante: no poder acceder a la carrera deseada
MadridComenzar la universidad en una ciudad nueva supone un gran cambio en la vida de cualquier persona. Implica salir de la zona de confort, asumir responsabilidades más adultas y empezar a construir una vida. Es una etapa llena de ilusiones, descubrimientos y oportunidades, pero puede estar acompañada por la inseguridad o miedo que da este gran cambio.
Adaptarse a un entorno nuevo, gestionar el tiempo y el dinero por sí mismos o crear una nueva red de amistades son solo algunos de los desafíos a los que se enfrentan los jóvenes cuando deciden estudiar fuera de casa. En España, cada año son miles los estudiantes que se desplazan a otra ciudad, otra comunidad autónoma u otro país para estudiar en la universidad. Muchos de estos estudiantes lo hacen sin tener claro qué pasos hay que seguir o qué deben hacer cuándo lleguen a su nuevo destino. En esta guía abordaremos todas las claves necesarias para que el salto a la universidad en una nueva ciudad sea una experiencia inolvidable.
Antes de la mudanza
A la hora de mudarse a una nueva ciudad, conviene dedicar un tiempo a investigarla un poco y planificar los aspectos básicos de esta nueva vida. No se trata solo de saber dónde se encuentra la universidad, sino de conocer cómo es el entorno, cuánto cuesta vivir allí, las opciones que hay de transporte público, servicios sanitarios y zonas más seguras o adecuadas para vivir.
Muchos estudiantes cuando se trasladan a otra ciudad se encuentran con dificultades inesperadas durante sus primeras semanas por no haber realizado una buena planificación previa. Tareas como contratar internet, conocer qué trámites administrativos se deben realizar, informarse de cuáles son los descuentos para jóvenes o solicitar la tarjeta sanitaria de desplazado en caso de ser necesario.
Escoger el mejor alojamiento
Una de las decisiones más importantes a la hora de comenzar una vida universitaria en otra ciudad es escoger alojamiento. Hay tres opciones: residencia universitaria, piso compartido o familias de acogida. Cada una tiene sus ventajas y desventajas, pero conviene conocerlas para poder elegir la más adecuada.
Las residencias universitarias, ya sean públicas o privadas, ofrecen comodidad, servicios incluidos como comedor, limpieza o lavandería y un entorno social muy activo. Son perfectas para quienes buscan un entorno controlado pero también, conocer a mucha gente de diferentes ámbitos pero de la misma edad. Muchos escogen esta opción solo para el primer año como una manera sencilla de poder empezar una vida en otra ciudad y dar los primeros pasos. No obstante, el precio de este alojamiento puede ser elevado, dependiendo de la ciudad suele costar a partir de 600 euros, y en las grandes ciudades como Madrid o Barcelona puede rondar los 850 euros. La ventaja es que incluye la comida, internet o lavandería, por lo que los gastos básicos no aumentan mucho.
En cuanto al piso compartido, es una opción muy popular por su flexibilidad y menor coste que las residencias. Implica una mayor autonomía y responsabilidad. Permite escoger compañeros y se adapta al estilo de vida que se quiera llevar, pero también requiere gestionar las tareas domésticas, contratar ciertos servicios o también pueden haber algunos conflictos de convivencia. Dependiendo de la ciudad los precios varían, pueden rondar desde los 200 euros hasta los más de 500 euros, a esto habría que sumar los gastos de alimentación o facturas de luz, agua e internet.
Por último, una opción menos habitual son las familias de acogida. Por lo general, están orientadas a estudiantes extranjeros, pero también pueden ser una opción para aquellos estudiantes que valoren un entorno más familiar.
Primeras semanas clave: llegada e instalación
Los primeros días tras la mudanza son un momento crucial para adaptarse al nuevo entorno universitario. Se recomienda llegar con algo de antelación para poder conocer la ciudad, ubicar el campus, practicar rutas en transporte público y realizar trámites básicos como solicitar la tarjeta de transporte. También conviene localizar supermercados, centros médicos o farmacias cerca de casa.
A nivel emocional, es normal sentir cierta ansiedad o soledad durante las primeras semanas. Para poder socializar se puede asistir a actividades de bienvenida, asociaciones estudiantiles o deportes. Esto puede ser clave para integrarse y hacer nuevas amistades. Además, es esencial mantener una buena rutina de sueño, alimentación y descanso. Se debe entender que la adaptación es un proceso gradual y que pedir ayuda o apoyo es parte del camino, además, cuando se inicia un curso universitario, la mayoría de compañeros se encuentran de la misma manera, por lo que es más sencillo encontrar apoyo para vivir esta etapa acompañado.
¿Qué es lo que no puede faltar?
No deben faltar los documentos esenciales como el DNI o pasaporte, tarjeta sanitaria, matrícula universitaria o cuenta bancaria propia. Una vez que se esté en la nueva ciudad, es fundamental contar con un contrato de alquiler o residencia.
Por otro lado, también se necesita un kit básico para instalarse, el cual varía un poco si se trata de una residencia o piso, pero lo fundamental sería: sábanas, toallas, utensilios de cocina, botiquín de primeros auxilios y una pequeña caja de herramientas.
También es esencial incluir elementos que puedan aportar bienestar emocional: fotos de familiares o amigos, objetos personales con valor sentimental y materiales de organización como una agenda, pizarra o planificador. Es fundamental asegurarse de tener una buena conexión a internet, que todos los dispositivos estén actualizados y se tengan copias de seguridad de los archivos importantes.