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El reto de que tu hijo deje de dormir en la cuna, según una experta en sueño: "Es recomendable que la cama sea baja"

DORMIR CUNA
Que duerman solos, un reto en la infancia. UNSPLASH
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Uno de los grandes hitos de la infancia es la de aprender a dormir solos. Si tus hijos han hecho colecho o han dormido con vosotros en la habitación, sabrás lo complicado que es conseguir que los pequeños adquieran la seguridad necesaria para dormir en su habitación propia toda la noche. Esto no sucede de forma mágica y suele costar un tiempo. A partir de los dos años, muchos niños ya están preparados para hacer esta transición que puede variar según el desarrollo emocional y las rutinas de cada familia. ¿Cómo conseguirlo?

Olga Sesé, la primera coach del sueño infantil certificada en España y creadora del método BabyREM, ha publicado en Beascoa, 'Mi cama fantástica', un álbum ilustrado por Javier Sempere dirigido a niños a partir de 4 años, que aborda uno de los desafíos más comunes en las familias: ayudar a los pequeños a superar el miedo a dormir solos en su propia cama. Se trata, por tanto, de un cuento que puede ayudar a hacer este gran cambio a las familias que estén en este proceso.

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Cómo hacer la transición de la cuna a la cama

"La transición suele ser más sencilla entre los 24 y los 36 meses, cuando el peque ya ha adquirido cierta comprensión del entorno, se comunica mejor y comienza a mostrar interés por imitar conductas de mayores”, explica a Informativos Telecinco Olga Sesé. Esta debe ser de forma progresiva y respetuosa, por lo tanto, recomienda no perder la paciencia si en un mes no lo hemos conseguido. Algunas de las claves que sugiere son:

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  • Involucrar al niño en la elección de la cama, de las sábanas, de los accesorios, incluso en montar la cama si es posible. Esto le da sensación de pertenencia al nuevo “espacio”. 
  • Crear rutinas nocturnas consistentes que incluyan momentos de conexión, como la lectura de un cuento.
  • Validar sus emociones durante el proceso.
  • Mantener elementos familiares (“objetos de apego”) como peluches, la misma ropa de cama, etc., para aportar seguridad. 

Evitar otros cambios grandes al mismo tiempo:

  • No coincidir la transición con otros eventos de estrés para el niño: llegada de un hermano, cambio de guardería, etc. 
  • Dar tiempo para adaptarse. No forzar la transición si no hay señales de que esté listo. 
  • También se puede comenzar con las siestas en la nueva cama antes de hacer toda la noche. Esto permite que el niño vaya acostumbrándose al nuevo espacio. 

Es posible que en todo este proceso el niño llore. Si llega ese momento, la experta sugiere no forzar para no crear inseguridad o rechazo. "Es fundamental acompañar al peque con empatía, ofrecer contención emocional y respetar su ritmo. En momentos de resistencia, la lectura conjunta de cuentos puede facilitar el diálogo emocional y transformar el momento de ir a dormir en una experiencia más atractiva y reconfortante".

Las mejores rutinas nocturnas para facilitar tu hijo duerma solo

Que no cunda el pánico, el sueño infantil es complejo. Como sabemos, gracias a los expertos del sueño, los despertares nocturnos son habituales en el proceso de maduración del cerebro. Es normal, por tanto, que los peques se despierten una o más veces durante la noche. Por eso, es aconsejable acompañarlos de forma tranquila, evitando estímulos que los activen y reforzando la seguridad emocional para que puedan volverse a dormir fácilmente.

En este proceso, ayudan mucho las rutinas de sueño, que pueden ser más flexibles durante los fines de semana, pero conviene seguir constantemente si queremos ver buenos resultados. ¿Qué es tener una buena rutina de sueño? En este sentido, Olga Sesé

Una rutina de sueño efectiva debe ser constante, relajante y adaptada a la edad del peque. Puede incluir actividades como:

  • Un baño caliente.
  • Cena ligera y sin prisas.
  • Cepillado de dientes.
  • Lectura de un cuento en un ambiente tranquilo.

Incorporar lecturas como Mi cama fantástica dentro de esta rutina diaria crea un momento especial de conexión entre padres e hijos, a la vez que refuerza la idea de que dormir en su cama es seguro, placentero y positivo.

Crear una habitación segura y agradable

Muchos niños muestran miedo a dormir solos, habitualmente esto sucede a los cuatro años, pero existen algunos consejos que se pueden aplicar para ayudarles. En este sentido, crear una habitación agradable y segura puede ser el primer paso para conseguirlo. ¿Cómo debe ser la cama? Así lo explica Olga Sesé: "Es recomendable que la cama sea baja, estable y segura". Mientras que la habitación debe transmitir tranquilidad y estar adaptada a los gustos del pequeño, incorporando elementos familiares como peluches, mantas suaves o iluminación tenue. "Personalizar el entorno con objetos que el peque asocie a momentos agradables, refuerza su sentido de pertenencia y bienestar en el nuevo espacio", añade.