Educación

El Método Feynman: cómo usar esta técnica de 4 pasos para aprender cualquier cosa (y no olvidarla jamás)

Aprendiendo una idea
Se trata de entender la información y poder explicarla. Unsplash
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MadridAprender algo nuevo y poder recordarlo para siempre parece un desafío completamente imposible. Vivimos rodeados de constante información, estímulos y sobrecarga de digital, por lo que las distracciones hacen más complicado el poder asimilar correctamente nueva información sin olvidarla. Sin embargo, existe una técnica de estudio desarrollada por el físico Richard Feynman que ha demostrado ser muy efectiva para comprender cualquier concepto y consolidarlo en la memoria.

El Método Feynman se basa en la simplicidad, la explicación y la autoevaluación. No solo mejora la retención de información, sino que transforma la manera en la que los estudiantes, profesionales y autodidactas pueden abordar el aprendizaje.

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¿Quién fue Richard Feynman y por qué su método es tan efectivo?

Richard Feynman fue un físico teórico estadounidense que recibió el premio Nobel en 1965. Fue reconocido por su capacidad excepcional para explicar conceptos complejos de una manera clara y sencilla. Feynman no solo era un genio científico, sino que también poseía un enfoque pedagógico único: creía que si realmente se entendía algo, debería ser capaz de explicarlo de manera que un niño de 8 años pudiera comprenderlo. Esta filosofía es la base de su famoso método de estudio.

Varias investigaciones en psicología cognitiva respaldan esta idea. Según un estudio publicado en 2020 en Frontiers in Psychology, enseñar o explicar un concepto a otra persona activa múltiples áreas del cerebro y fortalece la memoria a largo plazo, un fenómeno que se conoce como aprendizaje generativo.

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Los 4 pasos del Método Feynman para no olvidar lo aprendido

Escoger un concepto y escribirlo

El primer paso de este método consiste en seleccionar el tema que se quiere aprender y se escribe en un papel como si se fuera a enseñar a alguien que no tiene conocimientos previos del tema. Esto obliga a organizar las ideas y a detectar cuáles son los puntos clave. No se trata de copiar y memorizar definiciones, se deben expresar con nuestras propias palabras.

Explicar cómo si se diera la lección

Una vez que está escrito, el siguiente paso es explicarlo en voz alta o a otra persona. La clave es hacer sencillo el lenguaje y evitar tecnicismos innecesarios. Feynman sostenía que si no se puede explicar de manera sencilla, es que no se entiende completamente. Esta práctica obliga al cerebro a reorganizar la información y a poder detectar huecos en el conocimiento.

Varios estudios sobre aprendizaje activo han demostrado que enseñar lo que se aprende aumenta significativamente la retención y la comprensión profunda de esa información en comparación con la lectura pasiva o memorización.

Identificar lagunas y revisar la información

Durante la explicación, es muy común descubrir que hay puntos que no se entienden completamente. En este paso, se deben revisar fuentes confiables para poder rellenar esas lagunas y reforzar la comprensión. Es esencial evitar solo memorizar datos, lo que se debe hacer es buscar la causa y el efecto que hay detrás de los conceptos.

Hacerlo simple y utilizar analogías

El último paso sería simplificar aún más la explicación redactada y utilizar analogías. Esto hace que la comprensión sea mucho más fácil y además ayuda a recordar esa información a largo plazo. Feynman era famoso por utilizar comparaciones con situaciones cotidianas para poder explicar fenómenos complejos.

Beneficios del Método Feynman

Este método no solo es una técnica de estudio, se trata de una herramienta que transforma la manera de aprender. Al obligar a simplificar y explicar un concepto con palabras propias, se logra una comprensión profunda que facilita que los conocimientos se interioricen. Esto no solo va a ayudar a que los niños puedan entender mejor las materias escolares, sino que puede fortalecer su capacidad para pensar de manera lógica y crítica, ya que deben organizar las ideas y detectar los vacíos en su entendimiento. Esta técnica, además, promueve la curiosidad y el aprendizaje activo.

Otro beneficio importante es la mejora de la retención a largo plazo. Cuando se involucran activamente diferentes áreas del cerebro, se crean conexiones neuronales más sólidas, lo que hace mucho más sencillo que se pueda recordar esa información durante semanas o meses. Además, este método fomenta la autonomía y confianza de los niños al aprender que pueden entender y explicar conceptos complejos por sí mismos.

Para aplicar este método en casa se puede pedir a los niños que expliquen un tema como si tuvieran que enseñárselo a otra persona. Este ejercicio ayuda a identificar cuáles son los conceptos que no se entienden del todo. También se puede incentivar la creatividad mediante analogías simples que relacionan la teoría con situaciones de la vida cotidiana.

También se pueden organizar pequeñas sesiones de estudio en grupo o crear juegos familiares relacionados con las materias para reforzar la memoria y para que el aprendizaje sea más divertido. Al combinar estas estrategias con un refuerzo positivo hace que se valore mucho más el esfuerzo y la mejora, más que los resultados inmediatos ayudando al niño a desarrollar una mentalidad de crecimiento.