Aunque en otoño e invierno la luz del sol incide menos perpendicularmente "también existe riesgo de lesiones oculares relacionadas con la excesiva exposición a los rayos ultravioleta (UV)", nos indica el doctor Carlos Lisa, de la Unidad de Córnea y Cristalino del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega. Por eso, aconseja protegernos del sol en cualquier época del año.
Los peligros del otoño
No sólo debemos proteger nuestros ojos de los rayos solares, en esta época existen otras amenazas que pueden causarnos enfermedades en nuestros órganos visuales, como los alérgenos. "Tanto en primavera como en otoño existe una mayor concentración de polen en el ambiente, que puede generar conjuntivitis alérgicas", explica el doctor.
Además, también hace hincapié en el peligro que supone el aumento de la humedad en los hogares, ya que "favorece el incremento de ácaros que pueden afectar a nuestros ojos", señala. El contrapunto tampoco es saludable: "La sequedad ocular puede acentuarse en otoño e invierno como consecuencia de factores ambientales, como el viento o la calefacción, o por el mayor tiempo que pasamos en ambientes cerrados y cargados", expone.
Consecuencias de estar mal protegidos
La conjuntivitis alérgica y la sequedad ocular "provocan inflamación en la superficie ocular que se acompaña de ojo rojo, escozor, picor, fotofobia, sensación de arenilla…", advierte el doctor. Además, si no se trata convenientemente "puede provocar lesiones corneales que pueden ser peligrosas y que deben ser tratadas por un oftalmólogo", declara.
Soluciones para proteger nuestra vista en otoño
Pero no debemos ser alarmistas, existen soluciones muy sencillas que nos pueden hacer la vida más fácil y alejarnos de estos peligros para nuestros ojos.
- Evitar la acumulación de alérgenos: Para ello "debemos prevenir la aparición de polvo en nuestro lugar de trabajo, usar aspiradora para la limpieza de la casa y evitar cualquier mobiliario superfluo que pueda acumular polvo como las alfombras, los peluches o los tapices, entre otros", aconseja Carlos Lisa.
- Evitar la sequedad ocular: En este caso el doctor propone ciertos trucos, como "viajar con las ventanillas del coche cerradas, usar filtros anti-polen, usar gafas de sol con protección lateral para que no nos dé el viento en los ojos y mantener en el ambiente la humedad relativa, que debe ser entre un 40 y 70%", sugiere.
Si usas pantallas descansa 5 minutos cada hora
En el caso de que tengamos que estar delante de una pantalla también tenemos que ser conscientes de que la sequedad ocular puede estar afectándonos. Se recomienda "descansar cinco minutos cada hora y obligarnos a parpadear para lubricar el ojo", señala el doctor Carlos Lisa, quien añade que también "es importante que haya alto contraste entre la luz ambiente y la pantalla y que esta última esté más baja que la línea de la mirada".
¡Ojo con los UVA y los UVB!
Por otra parte, en cuanto a la amenaza que supone la luz solar en esta época del año, Javier Lozano, coordinador de la Unidad de Optometría del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega nos aconseja los mismos filtros en nuestras gafas que en otra época del año, es decir, "que filtren UVA y UVB".
Estas dos categorías de rayos ultravioletas se diferencian por su onda media. Los UVA tienen una longitud de onda mayor y comprenden una radiación solar menos nociva y los UVB penetran menos que los UVA, pero son más reflejantes; el 90% son bloqueados por el ozono y por el oxígeno de la atmósfera, pero como son más enérgicos resultan más dañinos.
Gafas con una debida protección
Otra cuestión diferente a los filtros es la categoría, "que se refiere a la opacidad de la lente a la luz visible", explica Lozano. En este sentido, "al haber menos intensidad luminosa o menos días de sol, se pueden utilizar gafas menos oscuras, excepto si se practican deportes de invierno".
Si no nos protegemos convenientemente, la radiación solar "puede provocar daños a nivel de párpados, conjuntiva, córnea, cristalino y retina y, por tanto, ocasionar queratosis y queratitis actínica, tumores de piel, pterigiums, cataratas prematuras y degeneración macular asociada a la edad. Estas lesiones están ocasionadas por la ruptura de las uniones moleculares y la formación de radicales libres", advierte el doctor. Afortunadamente, "con prevención y tratamiento muchas de ellas se pueden evitar o minimizar sus daños", afirma.
El verano, la estación más peligrosa para nuestros ojos
La incidencia de los rayos UV más verticalmente y la existencia de más horas de sol hacen del verano la estación del año más peligrosa para nuestros ojos, si tenemos en cuenta la exposición al sol.
Ambos expertos coinciden en que la mejor medida de prevención para estos casos es "el uso de gafas de sol que tengan una protección 100% de la radiación ultravioleta, por eso será de vital importancia adquirirlas en centros especializados", concluyen.
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