Es la primera vez que un cohete vuelve a la Tierra. Este logro es un gran avance aeroespacial que abre camino a la posibilidad de acceder al espacio de una manera mucho más barata y eficiente.
Las misiones de Elon Musk eran varias. Primero, probar el propio cohete en sí mismo, y ver si se pueden reutilizar sus piezas para otras misiones, pero también quería poner por primera vez un automóvil en el espacio. Una llamativa misión que aprovechó el también creador de Tesla al meter un coche dentro de la nave junto a un maniquí vestido con un traje espacial, mientras sonaba "Space Oddity" de David Bowie.
El Falcon Heavy está formado por dos cohetes laterales y uno central, con un altura de 70 metros y un peso de casi 1.500 toneladas. La capacidad de lanzamiento supera con creces el Delta IV Heavy, siendo también cuatro veces más barato que este.
El despegue se hizo esperar. Se puso en marcha a las 20:45 UTC desde el Centro Espacial Kennedy (Florida), casi tres horas después de lo previsto debido al fuerte viento que afectaba a la zona. Ante la atenta mirada de miles de espectadores que presenciaban este histórico hecho, los cohetes laterales se separaron del central y regresaron a los puntos de aterrizaje, tardando solo 7 minutos en hacer todo el recorrido. Al poco, un tercer cohete también volvió a la zona, cumpliendo con lo esperado: recuperar en un solo lanzamiento las tres etapas de sus cohetes.